La Baja Aragón 2018 cumple 35 años siendo una referencia en el mundo del motor y con una proyección internacional envidiable. Fue presentada ayer en Teruel por el consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón, Vicente Guillén; la alcaldesa de la ciudad, Emma Buj; el presidente de la Federación Española de Automovilismo, Manuel Aviño; el alcalde de Calamocha, Manuel Rando y el presidente de la empresa organizadora, Octagón, Xavier Bartroli.

Guillén señaló que el ejecutivo aragonés apoya sin reservas esta prueba deportiva que por sexto año consecutivo se disputa en Teruel y recordó que la Baja, que alcanza su XXXV edición y que este año se disputa entre el 20 y el 22 de julio, proyecta en más de 70 países de todo el mundo el nombre de Aragón y la imagen en conjunto de España. Pondrá a prueba la resistencia de más de 220 vehículos y sus pilotos en los 800 kilómetros de caminos que recorrerán 31 municipios y doce pedanías de tres comarcas.

El consejero subrayó la gran exposición internacional de esta competición deportiva, ya que es seguida cada año por más de siete millones de personas y recordó también que, como acreditó en su momento un estudio de la Universidad Pontificia de Comillas, supone una contribución directa de más de 13 millones de euros, casi el 2% del Producto Interior Bruto (PIB) regional.

Un impacto económico al que se suma el trabajo que se genera en la cita deportiva a través del programa de empleo iniciado en el 2015, con una oferta en torno a 200 puestos abierta a todo el mundo y con preferencia para los aspirantes aragoneses que también ayuda a generar empleo en la provincia.