El Bayern de Múnich dejó ayer en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones, muy encarrilado su pase a las semifinales gracias al 1-2 con el que afrontará la vuelta dentro de una semana en el estadio Allianz Arena de la ciudad alemana.

El Sevilla aguantó el tipo en la primera parte, en la que fue mejor y gozó de mejores ocasiones, pero solo el infortunio le impidió irse al descanso en ventaja (1-1). En la segunda parte el Bayern sí mostró su gran currículum europeo y se manejó muy bien ante un rival que perdió el gas mostrado en el primero periodo, lo que se tradujo en el marcador. Fue clarísima la ocasión que tuvo Pablo Sarabia para poner el 1-0 a los veinte minutos, pero el madrileño, solo ante el meta Ulreich, no supo definir.

Tras un intento de Thiago Alcántara, el Sevilla cogió confianza y el Bayern se mostró replegado e impreciso, lo que propició que Sarabia no fallara en su segunda ocasión y lograra el 1-0 rebasada en poco la media hora.

Cinco minutos después, una incursión por la izquierda del francés Franck Ribery se convirtió en infortunio para el equipo español, ya que en su intento de centro apareció Jesús Navas y se introdujo el balón en el marco pese a la acción desesperada de David Soria para evitarlo.

Ya en la segunda parte, el portero hispalense, con un paradón, evitó que Javi Martínez adelantara a su equipo, pero no pudo impedir que Thiago no perdonara poco después y sí pusiera el 1-2, aunque otra vez con la colaboración de un sevillista, en esta ocasión de Sergio Escudero.

El Sevilla buscó con ahínco un gol que dejase más abierta la eliminatoria para el Allianz Arena, pero la victoria visitante deja muy complicado el pase de los andaluces a semifinales.