ESPAÑA67

BÉLGICA60

3Parciales: 15-15, 17-12, 23-16, 12-17.

3Árbitro: Omar Bermúdez (MEX), Maj Forsberg (DIN) y Daniel García (VEN).

3Eliminadas: No hubo.

3Incidencias: Unos 4.000 espectadores en el Santiago Martín.

3España: Palau (2), Nicholls (6), Xargay (17), Casas y Ndour (13) -equipo inicial-, Ouviña (9), Torrens (15), Cruz (3), Gil (2) y Domínguez.

3Bélgica: K. Mestdagh (15), Delaere (2), Meesseman (24), Linskens (4) y Allemand (8) -equipo inicial-, E. Mestdagh (3), Carpreaux (2), Wauters (2), Vanloo y Raman.

España se marcó como desafío subir al podio del Mundial de Tenerife y acabó cumpliendo su objetivo con una brillante victoria frente a Bélgica (67-60) en el partido por la medalla de bronce. Un espectacular triple de Marta Xargay en la última jugada sirvió como cierre perfecto para las jugadoras de Lucas Mondelo, que llevan cinco años metiéndose entre las mejores de los torneos internacionales. Cristina Ouviña volvió a tener un importante papel como revulsivo. «Tenía ganas de volver a ganar una medalla y de formar parte de este grupo de jugadoras», dijo la zaragozana, que destacó la seña de identidad del equipo: «Somos un grupo de sufridoras capaz de derribar muros». En la final, Estados Unidos superó a Australia por 56-73.

Le costó a España entrar en el partido. Como si las jugadoras de Mondelo aún estuvieran bajo la depresión por la derrota sufrida 24 horas antes en la semifinal frente a Australia. Y Bélgica, un equipo muy bien trabajado, lo aprovechó para llevar la iniciativa y golpear con contundencia en el primer cuarto, abriendo rápidamente márgenes preocupantes (5-15, m. 7).

La selección tuvo que hacer un cambio rápido de mentalidad para que el encuentro no se le fuera de las manos antes de tiempo. Lo consiguió a través de la defensa, que es una de sus principales señas de identidad. También a través de un enorme despliegue físico, con constantes rotaciones por parte de Mondelo, que sirvió para tener a todo el banquillo muy metido en el partido y también para cerrar espacios, en especial a las exteriores belgas, que fueron la pesadilla en la primera fase (un triple en todo el encuentro). Pero no fue solo la defensa la que revitalizó a España. También lo hizo su excelente trabajo ofensivo, un apartado en el que destacaron muchas jugadoras. Entre otras, la eléctrica Cristiña Ouviña (9 puntos) es una de las claves para entender la progresión de menos a más de la selección en el campeonato. España, acostumbrada al sufrimiento, logró resistir y alcanzar el objetivo que perseguían: tocar la gloria en casa.