Sólo una catástrofe de dimensiones insospechadas puede complicarle la vida al Real Zaragoza en su camino hacia la permanencia. Su calculadora sigue parpadeando, encendida en señal de alarma protocolaria. Todavía le faltan como mínimo un par de puntos para dar por finalizada una angustia que ya no lo es tanto. Ayer, con el empate ante el Racing, volvió a sumar (son ya siete semanas sin perder), se distanció un paso más del Espanyol y mantiene la distancia con el Celta, los equipos que marcan por el momento la línea fronteriza del descenso. Los catalanes cayeron el sábado en su visita a Sevilla (1-0) y el Celta no pudo pasar del empate en San Mamés. Tienen 30 y 29 puntos respectivamente, además con el coeficiente goleador particular en desventaja con el conjunto aragonés, que es duodécimo (38) en la Liga española.

Tomando como referencia a estos dos rivales directos y más lejanos, la hipótesis más negativa dejaría al Real Zaragoza perdiendo los siete partidos que le restan y al Espanyol obligado a ganar tres. El Celta, un peldaño por detrás de los periquitos , estaría forzado a lograr un empate más en el mismo número de encuentros. Las probabilidades de que se produzca este combinación es remotísima. En el espacio intermedio y dentro de la misma lucha se encuentran Racing, Valladolid, Albacete, Real Sociedad y Mallorca. Lo dicho: la continuidad en la élite es cuestión de tiempo.

CALENDARIO MAS DURO El problema de la igualada de ayer no lo es tanto por el fondo como por la forma, ya que el calendario se endurece en las próximas jornadas, y en el caso de que no dé carpetazo a la permanencia de inmediato puede surgir de nuevo la preocupación. La vía más rápida y definitiva sería derrotar al Valencia, que visita La Romareda el próximo domingo (19.30). El equipo levantino, segundo y con el liderato a un solo punto, acudirá con los dientes afilados a esa cita. No le sirve ni el empate, por lo que la amenaza es seria para la escuadra de Víctor Muñoz. Sin el triunfo, habría que acudir a San Mamés en un desplazamiento difícil, con el Athletic aspirando a la UEFA.

Resumiendo: con una victoria en siete jornadas se pondrá fin a todas las especulaciones posibles. Es una cuestión de paciencia (y de puntos claro) poner fin a este capítulo de una novela negra.