Las pitadas no se han acabado para el CAI. El agudo y molesto silbido es una cruz que soporta este equipo. Pero la referencia sonora no apunta ya a las muestras de desencanto de su afición, sustituidas por los aplausos tras la victoria ante el Menorca, sino al castigo arbitral al que es sometido el conjunto zaragozano en su tercera temporada en la LEB. Los de Quintana son los segundos en una estadística malsonante y desagradable: la de las faltas hechas al rival. Sin tener una plantilla especializada en el juego sucio ni de estilo marrullero, al CAI le gusta (o le empujan) vivir fuera de la ley y en su hoja policial figuran 273 infracciones en 11 partidos. Sólo Los Barrios, su próximo rival el viernes, es un Bad Boy más duro (286).

El dato no es aleatorio y muestra una realidad con varias caras. Por un lado, no es una casualidad que los comandantes de la LEB y, asimismo, de mayores cualidades defensivas (el Fuenlabrada y el Menorca) estén arrinconados en el fondo de esta tabla de faltas cometidas (ver gráfico adjunto). Sin seguir una constante regular, los que más faltas cometen suelen ser además los que más problemas tienen para proteger su aro. Esta ecuación es estricta en el caso del CAI, la cuarta peor defensa.

PENA DESCOMPENSADA Otro apartado de relativa importancia deja al conjunto zaragozano en clara desventaja para ganar partidos. El CAI también se cuelga la plata en la carrera de los equipos que sufren un mayor número de castigo desde los tiros libres. Le han lanzado 294, sólo cuatro menos que el Ourense (298). En esta deshonrosa ocasión repiten en las profundidades los conjuntos con mejor ránking de victorias, siendo de nuevo el Menorca el que menos puntos de castigo ha sufrido (140) en el desarrollo de la competición hasta este momento.

En este sentido, el equipo aragonés es el que peor provecho sabe sacar de la oportunidad de finiquitar un encuentro desde la línea de tiros libres o, según se mire, el que sufre una mayor desviación ante el criterio arbitral. Le han sancionado 33 faltas más de las que ha disfrutado (273 hechas por 240 recibidas). El castigo se incrementa si se observa la descompensación a la hora de acudir a la línea de tiros de un punto. El CAI Zaragoza se ha instalado en este punto en 72 ocasiones menos (222 a favor por 294 en contra) que sus adversarios de turno, una desigualdad crucial para decidir el destino de un encuentro y no superada, en el mal sentido, por ningún equipo de la LEB. En el otro extremo, el de los más beneficiados, quedan el Menorca (+91), el Tarragona (+87), el líder Fuenlabrada (+81) y el Plasencia (+71).

POCO PROVECHO Visto partido a partido, en siete ocasiones de once, el CAI se ha ido al vestuario con la factura de haber tenido que tirarse menos libres que su contendiente. Sólo ante el Algeciras, en Cáceres y ante el Murcia se produjo lo contrario y, curiosamente, en estos duelos sólo en tierras extremeñas se obró un triunfo aragonés. A igualdad de oportunidades, como ocurrió en la jornada inaugural ante el Gijón (23 anotados de 30 para cada equipo), el CAI ha mostrado su cara más imponente en el campeonato con una victoria por 86-65.