El parto, por fin, ya ha terminado", decía un sonriente Movilla con una chillona camiseta a su llegada al hotel de concentración a la una del mediodía. Detrás, menos locuaz y también más discreto en su vestimenta andaba Javi Moreno, mientras David Burgh no entendía nada de la escena. El estaba esperando a Kate, que se iba a convertir en su esposa y no comprendía tanto revuelo, no se explicaba por qué en broma el doctor Villanueva y Míchel Román, fisioterapeuta, les habían acercado la alfombra roja del hotel y por qué tanto saludo. Para saludar ya estaba él, a sus invitados, pero los dos nuevos jugadores zaragocistas tampoco se quedaron cortos.

Pocas presentaciones hacían falta con Movilla, mientras que el recibimiento más efusivo para Javi Moreno llegó de parte de Luis García, con el que coincidió en el Atlético. Eso sí, no hubo tiempo para mucho más, ya que tan apenas tuvieron tiempo de comer y subirse al autobús con destino al Bolton Training Center.

GOL Y CENA CON IVAN CAMPO Allí siguieron los saludos, pero con el delantero como protagonista, porque el año pasado pasó muchas jornadas de entrenamiento en esas instalaciones. "Aquí tuve la suerte de conocer a Iván Campo, uno de mis mejores amigos", había señalado Javi Moreno. Y, lógicamente, el central, que acababa de finalizar su segunda sesión del día, se quedó a ver el trabajo de su excompañero en el Bolton.

Lo que vio Iván Campo, que también dialogó con Cuartero, Savio y Aranzabal, fue a Movilla y a Javi Moreno completar la misma sesión que el resto del grupo, salvo una carrera suave añadida al trabajo del grupo. También constató que a su amigo no se le ha olvidado marcar, ya que logró un gol de cabeza a centro de Cani en el partidillo que organizó Víctor. Luego, lo fue a buscar al hotel para irse a cenar, justo en el momento en que David y Kate estaban despidiendo a sus invitados.