Vuelve la cita con la tradición. Es la XXXVII Travesía Club Montaña Pirineos, la decana del esquí de montaña en Aragón. La prueba organizada por el club zaragozano se disputa este fin de semana a la sombra de tresmiles como Garmo Negro, Argualas y los Infiernos, en el entorno del Balneario de Panticosa. La prueba es valedera para el Campeonato de Aragón individual y de clubs y forma parte de la Copa Aragonesa y la Liga Popular. «Es un mérito sacar adelante esta carrera para un club modesto como el nuestro. Cuesta la organización previa, los papeleos y el colofón este fin de semana. Hay que discurrir mucho para sacar adelante el recorrido», dice Santiago Albesa, director de la carrera.

Es la primera prueba de esquí de montaña que se celebra en suelo aragonés debido a la carencia de nieve durante el invierno. Competirán 100 deportistas, destacando Luis Alberto Hernando y Claudia Valero. Hoy se disputa la cronoescalada en la estación de esquí de Panticosa y mañana la carrera en línea encima del Balneario de Panticosa. La climatología será perfecta. «El 80% del éxito de la carrera es el buen tiempo. El problema es la ola de calor los últimos 20 días. Teníamos previsto un recorrido bastante impresionante, que es el que hicimos hace dos años, pero hay dos sectores intransitables para que pase una carrera porque el sol se ha llevado la nieve. Nos hemos refugiado en una zona de bosque que hay más umbría», explica.

El recorrido se ha tenido que cambiar a última hora. «Es por la zona donde se hizo el año pasado, pero como la climatología es más favorable, nos permite alcanzar mayor altura». El domingo la carrera se inicia a las nueve y media. «Se sube hacia Brazatos. Se llega a la ribera de Tablato, 400 metros por encima del balneario, a 2.000 metros de altura. Allí, los esquiadores realizarán tres bucles hacia el Hombro de Foraturas. No subimos a ningún pico porque están pelados de nieve. La última bajada pasa por el bosque de Belio hasta la meta en el balneario». Habrá cuatro pruebas. El desnivel del recorrido A (absoluto masculino) es de 1.700 metros, el B (mujeres y júnior) de 1.300 metros, el C de mil metros y la modalidad infantil tiene un desnivel de 500.

Julio Benedé ha sido el que ha vuelto a diseñar los recorridos. «Se conoce como la palma de la mano el entorno del balneario, junto a José Luis Ibáñez y Enrique Espinosa». El nuevo recorrido se diseñó el pasado miércoles. «Quedó marcado ayer en casi su totalidad por parte de diez personas. Los 50 voluntarios suben hoy y centralizamos la Casa de Piedra y el Hotel Continental como cuartel general», indica. Todos los voluntarios son del CM Pirineos. «El sábado, con 15 personas lo tenemos todo organizado. Ese mismo día una treintena de esquiadores van a reconocer el recorrido y se les asigna un punto de control donde hay una transición. Otras 15 personas estaremos en la salida y la llegada».

Una de las novedades de este año es que se ha puesto una guardería para los participantes. «Está en el Hotel Continental. También tenemos un servicio de masajes el sábado y el domingo», explica. El recorrido se marca con banderas verdes para la subida, rojo para la bajada y amarillo en los tramos que hay que ir a pie. «Habrá avituallamientos en el recorrido con agua y alimento sólido. También lo habrá en la llegada». La oficina de la carrera está situada en el edificio de La Fajuala, en Panticosa. La cronoescada comienza a las 17.30 horas. «Estará la pista de esquí cerrada y se sube 770 metros de desnivel. Está bien de condiciones porque es una pista innivada», concluye Albesa.