Chris Lofton, en el último segundo, decidió un partido en el que el CAI se vio forzado a buscar la prórroga como única vía de tener opciones de clasificarse. Con seis segundos de juego y tras una bandeja de Tabu, el Besiktas se la dio a Lofton, que tiró forzado, para que la pelota entrara llorando, pero entrara tras un palmeo de Jones en una marabunta de brazos en torno al aro. El equipo turco tuvo clara su táctica en el momento decisivo: el balón para Lofton. En los últimos minutos fue lo único que hizo, dársela a su especialista, que anotó una y otra vez, tres de manera consecutiva, dos de ellas con Sanikidze encima. El CAI no pudo pararle, ni siquiera impedir que recibiera, y acabó ajusticiado por su precisión. 25 puntos, 14 en el último cuarto, 14 de los 23 de su equipo.

Antes había sido la irregularidad lo que había condenado al CAI, que solo encontró su momento en el segundo cuarto. El Besiktas tuvo más claro cómo atacar y defender, más claridad de ideas. El partido no lo necesitaba, pero el CAI le puso más emoción con un primer cuarto en el que el Besiktas no le dejó atacar con comodidad mientras era capaz de encontrar la manera de llegar al aro rival. Errores de pase, acciones no culminadas, solo nueve puntos en diez minutos. Una vez más, el equipo era capaz de lo mejor y de lo peor en muy poco tiempo. El CAI acabó el primer cuarto a 19 puntos de la clasificación (9-21) y apenas ocho minutos después lograba la diferencia que le metía en ocavos (41-33, min. 28).

La mejora empezó por un ajuste defensivo, una mayor intensidad atrás que frenó las canastas fáciles bajo el aro, la remontada empezó con el acierto desde la línea de tres y se culminó robando y corriendo, también forzando tiros libres. La cuestión es que se quitó las dudas de su mal inicio y no llegó al descanso con más de siete puntos de diferencia solo porque Lofton se inventó un triple sobre la bocina y desde unos ocho metros. La segunda parte fue un intercambio de puntos, con Shermadini cada vez más enfadado con Iverson y su uso de los codos en la pintura, con Sanikidze volando hacia los rebotes, el CAI intentando avanzar a base de triples y el Besiktas resolviendo con un Lofton imperial. El escolta decidió el partido y el pase.