Pedro Pablo Fernández ha abandonado las labores técnicas de la Federación Española como adjunto después de un cuarto de siglo ligado a la entidad. "He renunciado porque he percibido que ya no se podía ser amable. Tenía que discutir con algunos entrenadores, dar un golpe en la mesa o enfadarme con algún atleta. No me divertía", reconoce el aragonés.

Con 61 años, Fernández es el técnico decano del atletismo aragonés con Enrique Lope. Es entrenador nacional desde 1954, campeón de España de decathlón e internacional. Su labor con la Federación Española acabó tras los Juegos de Atenas. Los dos últimos años "no han sido agradables. He tenido roces de importancia, ha habido resquemores y no he tenido una buena relación con algunos técnicos y atletas. Mi compensación anual no valía la pena", dice el técnico del Scorpio.

La decisión

Fernández tomó la decisión en el 2003. "Fue en noviembre en Madrid y les anuncié a todos los entrenadores que al llegar a Atenas terminaría mi etapa. Debía entrar gente joven. Mi sucesor en Toni Puig, que vive en Gandía", apunta.

Pedro Pablo lleva ligado a la Federación Española de Atletismo desde mediados de los ochenta. "Comencé siendo el responsable de la velocidad femenina, con Juan Manuel de Hoz como presidente". Con José María Odriozola, fue uno de los hombres fuertes de la velocidad. "El sector lo dirigía Valentin Rocandio y yo era el adjunto en la prueba de 400 metros. He estado hasta hace un mes en el cargo", dice el técnico. A ese mismo nivel sólo hay otro entrenador aragonés, Fernando García, que lleva a Eliseo Martín.

Fernández está contento de su trabajo dentro de la Federación Española. "Mi preocupación fue la formación y actualización de los entrenadores. De esto y de una relación con los atletas y técnicos es de lo que más satisfecho estoy". El entrenador zaragozano piensa en su mayor hito. "Mi mayor éxito fue traer a Peter Dost en el 93. Tenía informes de que era el entrenador que más sabía del mundo en 400 y vino a Alhama de Aragón para dar una jornadas técnicas", recuerda.

Para el zaragozano, "el atletismo español está en un periodo de crisis. Esto se acentúa con el dopaje de algunos corredores de fondo y más lesiones de las habituales". Sin embargo, es optimista puesto que "la Federación de Odriozola ha crecido sin parar en todos los aspectos y saldrá del mal momento".

Fernández considera que "nuestra crisis en lanzamientos y velocidad es eterna". En este último sector, Fernández explica a que se debe el bajo nivel nacional. "Primero, no tenemos relación con nuestros antiguos dominos en ultramar como Portugal, Francia o Inglaterra y los atletas negros son más rápidos que los blancos". Por otro lado, "en Aragón hay 39.000 fichas de fútbol y 900 de atletismo. Los mejores velocistas están en el fútbol y podemos hacer muy poco por atraerlos", apunta.

El relevo español

En cuanto al relevo español masculino, "en el 4x400 Valentin Rocandio ha conseguido que cuatro atletas mediocres en el contexto internacional hagan unas magníficas marcas". Fernández, considera que el relevo largo "no tiene feeling. Hemos perdido a David Canal, que es el líder. Su problema es mental, porque no se cree que es el mejor de Europa. Y Antonio Reina no llegó en forma a Atenas".

Pedro Pablo Fernández es director del Palacio de los Deportes, vicepresidente de la territorial y del Scorpio Mondo. "Este año se ha recortado el presupuesto del club en un 20%. Recibimos lo mismo del Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón desde hace tres años". Tras la renuncia de Luis Sol como presidente de la territorial y la llegada de Luis María Garriga, ve la nueva etapa con "gran ilusión. El equipo directivo que tenemos es tan bueno como el anterior. Es el momento de la colaboración de todos los agentes del atletismo", concluye.