Los seguidores del conjunto azulgrana han visto cómo su equipo subía y bajaba de Segunda B a Tercera durante la última década. De hecho, para encontrar un periodo de temporadas estable en el historial del Huesca, habría que remontarse a 1977. A finales de ese año, y a pesar de haber quedado octavo en Tercera División, el cuadro oscense accedió a Segunda B. Claro que aquéllos eran los primeros pasos de esta categoría, con lo que el sistema de ascensos funcionaba de otra forma, con liguillas que involucraban a un mayor número de equipos de toda España.

Años de estabilidad

En estos primeros años de andadura de la categoría, el Huesca se mantuvo en ella durante siete temporadas, con una trayectoria discreta, en la que que no pasó del puesto 12º --caso de la temporada 77-78 y 82-83--. A finales de la siguiente Liga, el Huesca quedó en el puesto 19º, y volvió al grupo aragonés de Tercera División, en el que demostró su poderío y fue campeón en la temporada 84-85. Sin embargo, los buenos resultados del Huesca en el Grupo XVI no fueron suficientes, y hasta 1990 no volvió a Segunda B. Fue un tránsito breve y en la temporada 92-93 estaba otra vez abajo.

En los últimos doce años, el Huesca ha estado más en Tercera que en Segunda B. Sólo del 95 al 97 y en la temporada 2001-2002 logró nuevamente ascender. Ayer, con el nuevo sistema de eliminatorias y tras su victoria en Unbe, el equipo azulgrana regresó a una categoría nacional del fútbol.