El Zaragoza deambula por Segunda División en el puesto 18 de la tabla clasificatoria, con solo tres equipos por detrás -más el expulsado Reus- y a apenas cuatro puntos de la zona que condena a jugar la próxima temporada en Segunda B, pero el vestuario no tiene miedo. Al menos, así lo aseguró ayer Íñigo Eguaras, uno de los fijos para Víctor Fernández y pieza clave en el engranaje zaragocista. «Esa palabra no ha entrado en el vestuario. Estamos con muchas ganas de estar en una posición tranquila y la mejor manera es sacar los tres puntos el sábado en un partido vital», expuso el medio.

Para el navarro, el buen juego del equipo ya no es es suficiente porque «estamos siendo muy débiles en las dos áreas y eso nos está lastrando». Sobre todo, a balón parado, disciplina en la que el Zaragoza ha recibido 19 tantos en las 29 jornadas disputadas. «Es cuestión de concentración. No es normal que en los primeros dos minutos el Granada saque dos córners y una falta lateral. Hay que darle una vuelta y ofrecer más cada uno», expuso.

Pero el problema se viene repitiendo con demasiada asiduidad. Así han llegado los tres últimos tantos encajados por el Zaragoza —los dos recibidos en La Romareda ante el Almería y el marcado por el central del Granada Germán el pasado sábado-. «No puede ser que se nos hayan escapado los puntos en el balón parado en las dos últimas jornadas. Tenemos que hacernos más fuertes o hacer que los rivales saquen menos jugadas a balón parado», subrayó el centrocampista.

Al menos, su lesión está prácticamente olvidada. Eguaras reconoce que casi ya no siente dolor y que la pubalgia ya no supone un obstáculo. «Todo está casi olvidado», indicó el mediocentro, que incidió en que, como ya anunció la pasada semana a EL PERIÓDICO, la renovación de su contrato, que expira en junio del 2020, no es una prioridad. «Hasta que el Real Zaragoza no salga de esta, quiero echar a un lado este asunto. Primero están el club y los compañeros», aseguró.

Así que Eguaras exige centrarse en ganar el sábado al Elche y, de este modo, dar un paso más hacia la permanencia. Para el mediocentro, el choque es «determinante, casi una final» y confía en que el equipo se reencuentre con el gol tras haber sumado solo uno en las cuatro últimas jornadas. «Estamos viendo que hacemos buen juego, buen fútbol pero que no metemos goles y nos los meten muy fácil y al final al jugador esto le hunde un poco. Tenemos que dar un plus todos, juntarnos, hacernos fuertes como equipo y también cuenta un poco la suerte porque llegamos muchas veces al área y si no metemos tendremos que llegar más, así que es cuestión de calidad y de efectividad».

Eguaras confía en seguir contando con el apoyo de la afición, aunque admite que «ya cansa el discurso de siempre en el que le pedimos apoyo, pero confío en que todos juntos podamos sacar esto adelante en una temporada tan complicada».