Se encuentra en plena estepa, entre llanuras desérticas y montes redondeados. Es la Foz de Zafrané, que en los últimos años se ha convertido en una de las zonas de escalada más relevantes de la provincia de Zaragoza solo superada por Morata y Calcena. Está muy cerca de la capital aragonesa. Se llega desde La Cartuja en un desvío a la derecha que llega a Torrecilla de Valmadrid. Tras descender el pequeño puerto y antes de llegar a Puebla de Albortón nos encontramos con el pequeño milagro de un precioso cañón de 1.500 metros de longitud entre Puebla de Albortón y Belchite. Allí se encuentra una enorme cueva bajo una cantera de mármol todavía en uso y un gran pilar del antiguo ferrocarril de Zaragoza a Utrillas, todavía en pie pese a ser dinamitado.

El descubridor de este paraíso de la escalada fue Quique Gracia, un veterano alpinista de Montañeros de Aragón. «El paraje lo conocí porque de niño iba con mis padres y la cuadrilla de amigos a pasar los domingos a una caseta de ferrocarril justo en el borde del barranco. Allí empecé a hacer los primeros rapeles y a equipar a los 16 años», indica. Recuerda la primera vía que equipó. «Se llama Satanás también hace free. Era escalada libre. Es un nombre ochentero. Entonces no iba nadie y ahora va todo el mundo», indica.

El paraje está en el término municipal de Puebla de Albortón, una pequeña localidad de un centenar de habitantes. El barranco está a dos kilómetros del pueblo. «Está en dirección a Belchite. No se ve hasta que estás encima de él. Está en medio de una paisaje estepario. Fui el primero que equipé y metí las primeras chapas allí. Las primera vías datan de 1985. Pero a la gente no le convencía el sitio porque la roca es no del todo buena. Las primeras reseñas se publicaron en la Guía de Escalada en Zaragoza que hice con Mikel Silván. Entonces había 20 vías en todo el barranco», indica.

Después empezó a equipar Manuel Berbegal en el 2008. «Dos años más tarde se empezó a equipar compulsivamente con las nuevas tendencias usando pegamento para reforzar todos los cantos de la roca mala y las presas». Hoy en dia la Foz de Zafrané tiene 230 rutas. «No creo que se puedan hacer muchas más. Ahora es una escuela de escalada bastante importante en Zaragoza por número de vías», dice.

Gracia publicó su primera guía de la zona hace cuatro años. «La segunda guía la publiqué hace dos años. La vendía en tiendas de amigos, el bar del pueblo o en Montañeros de Aragón». El Ayuntamiento de Puebla de Albortón ha impulsado en los últimos años la escalada y el senderismo y por ello recibió una placa de reconocimiento de la territorial en la Cena de la Montaña. «Ahora nos tomamos un café en el bar tras la actividad. Apoyan la escalada y venden la guía. Allí van muchos ciclistas y cazadores», dice.

La roca de las paredes de la Foz de Zafrané es caliza grisácea. «No tiene muy buena calidad y por eso algunos lo denominan el barranco de la Ponzoña. Siempre digo que quien escala en Zafrané y en Riglos le parece buena la roca de todos los sitios». No hay demasiadas vías de grado bajo. «Son de quinto y algún 6a. Es de un nivel medio y alto. Es una escalada muy atlética, con vías verticales y desplomadas. Hay un sector de iniciación que son vías de quinto grado», indica.

En la Cueva de las Grullas está la vía más difícil que se ha encadenado en Zaragoza. «Son sectores continuos desplomados de 50 metros. Es un 8c+ que se llama Ponzoñarte y según el escalador zaragozano Dani Fuertes hay un proyecto de de encadenar un 9a+». Estas vías de escalada deportiva se pueden realizar en media hora. «Para hacer estas rutas hay que ser explosivo y resistente. Son largas con pasos muy difíciles». Las más cortas tienen de diez metros hasta 50 metros. «La media es de 25 a 30 metros. Lo peor es cuando hace cierzo. No se puede estar. Hace el mismo viento que en Zaragoza», explica.

No va demasiada gente a esta escuela. «Hay mucha gente a la que no le gusta la roca. Siempre vamos los asiduos, aunque se va conociendo y me he encontrado a franceses en la vía de la Cueva, y a Dani Andrada y Carlos Logroño», afirma el zaragozano.