Sólo Joaquín ha cambiado de grupo, tras la baja de Etxeberria, y ha dejado de jugar al futvoley. Ahora toma el sol con los titulares pese a que sólo ha disputado 45 minutos. Pero de táctica, nada. Parece no importar que España sólo haya marcado 2 goles en 2 partidos y que sólo 6 de sus 22 disparos hayan ido a puerta.

NO HAY SECRETOS Ni siquiera se trabaja la estrategia posicional, los córners --España ya ha desaprovechado 19 saques desde la esquina-- o las faltas al borde del área. Unas acciones decisivas para desequilibrar un partido tan igualado como será el de Portugal. Y el propio Delgado Meco reconoció ayer que Sáez no hace como Camacho en el Mundial de Corea, que reunía a los jugadores por la tarde para practicar, sin periodistas, la estrategia de cada partido.

"Está todo controlado. Hay que dejar descansar las herramientas para mirar al cielo y no a la tierra", dijo Delgado Meco. ¿Qué quiere decir el preparador físico? Pues que Sáez tiene miedo a que se lesione otro titular. Prefiere que estén frescos y jueguen al baloncesto, donde se trabaja más el tren muscular superior que el inferior, para evitar la lesión de un intocable. Una señal que revela que mañana habrá pocos cambios. Sólo Joaquín entrará por el lesionado Etxeberria, César por el sancionado Marchena y Xabi Alonso podría sentar a un agotado Baraja.

Por eso los suplentes, que ven muy cansado a algún titular, andan mosqueados. Un enfado que llevan con resignación gracias al buen rollo con el resto de compañeros. Se nota que son jóvenes y pertenecen a la misma generación. Ayer hasta se rieron cuando se les enseñó el último mensaje llegado, como sucedió la víspera de las elecciones generales, a través del móvil: "Zapatero anuncia que se traerá la selección antes del 30 de junio. Aún no se sabe si por falta de talante o de talento. Eso sí, medalla para Bono. Pásalo". El buen humor no falta. La tensión es patrimonio de Scolari.

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