Gordon Banks, histórico portero inglés que participó en la conquista de la Copa del Mundo de 1966, falleció ayer a los 81 años. Fue uno de los integrantes de la selección inglesa que se hizo con el único gran trofeo internacional conquistado por los británicos.

Una de sus imágenes más icónicas es la parada que le realizó a Pelé en el Mundial de 1970, cuando se estiró abajo, junto a uno de los palos, para salvar un cabezazo del astro brasileño. Esta es considerada una de las mejores paradas de la historia del fútbol. Banks participó en 73 partidos con Inglaterra y a lo largo de su carrera defendió los colores del Chesterfield, el Leicester City y el Stoke City. En 1972 sufrió un accidente de tráfico que le provocó la pérdida de visión en el ojo derecho y con ello terminar con su carrera profesional.

Bobby Charlton, exjugador del Manchester United y compañero de Banks en la selección inglesa campeona del mundo en 1966, afirmó sentirse «muy triste» por el fallecimiento del «fantástico» portero, «uno de los mejores que ha tenido Inglaterra». «Estaba orgulloso de poder llamarle compañero. No solo compartimos aquel gran día en 1966. Aún no sé cómo salvó aquel cabezazo de Pelé», dijo el mito del United.

Peter Schmeichel, otro de los históricos porteros de la Premier League, catalogó a Banks como uno de sus «héroes» y como una «leyenda en el fútbol y en la vida». «Una inspiración, un ganador y un verdadero caballero», aseguró el meta inglés que se construyó su leyenda en el Manchester United.