Con solo 16 años ya le hizo debutar Lucas Alcaraz en el Córdoba a Fede Vico, en la temporada 2010-11, para ser el segundo jugador más joven de la historia de ese equipo en hacerlo. En el mediapunta cordobés había un proyecto de futbolista grande que quizá un temprano salto a Bélgica retrasó. Ahora, en el Granada, donde está cedido por el Leganés, vive su mejor temporada como profesional: «Con 24 años ya he vivido muchas cosas, muchos cambios, un currículum en buenas y en malas experiencias. Las segundas me han hecho más fuerte, más maduro», asegura el futbolista, que ha disputado 27 partidos, con cuatro dianas, en este curso, siendo uno de los fijos para Diego Martínez.

En el verano del 2013 puso rumbo a Bélgica al Anderlecht, que pagó 1,6 millones por un futbolista que había explotado en el Córdoba de la mano primero de Paco Jémez y después de Berges. Solo tenía 19 años. «Nunca es demasiado pronto. Pero fue difícil ese primer año fuera de mi casa, no era mi momento, tuve problemas de adaptación y llegué lesionado del Europeo (sub-19). Muchas adversidades... Lo importante es levantarse y lo hice», recuerda.

Media temporada cedido en el Oostende, después a préstamo en el Córdoba, en Primera, media más en el Albacete, en Segunda hasta rescindir en el club belga tras el verano del 2016 para firmar libre unos meses después en el Lugo, donde su estrella recuperó brillo. No renovó en el Anxo Carro y firmó este verano por el Leganés, ya en Primera, aunque con cesión a Granada. Como se ve, todo un tratamundos de solo 24 años.

«Las expectativas que yo me creé al irme a Bélgica, a un equipo de Champions, ya se quedaron en nada y no salió la cosa. Así que lo del año de la confirmación o el hacerme un nombre ya vendrá, solo pienso en ser feliz y jugar al fútbol», asegura Vico, que añade: «Mi objetivo es jugar lo más arriba posible, obviamente en Primera».

Ya sea con el Granada, si sube y él se queda, o en su regreso al Leganés, el mediapunta, que puede jugar en cualquier posición por detrás del 9, aunque sobre todo lo está haciendo como enganche, está cerca de lograr de nuevo ese objetivo, el que se marcó cuando Alcaraz le dio la alternativa: «Me hizo debutar con 16 años y le estoy agradecido. No ha tenido suerte en el Zaragoza. Mi recuerdo siempre será bueno por eso, pero solo estuve un mesecillo con él. Para mí es un muy buen entrenador».

Estuvo en la agenda del Zaragoza cuando el Anderlecht le buscó acomodo tras su primer año allí, «pero no hubo una oferta formal» y al equipo zaragocista ya le marcó con el Lugo y con el Granada en la primera vuelta, el 0-1, en La Romareda. «No soy un goleador y haberle hecho dos ya es significativo, se me da bien», dice con una sonrisa. «En La Romareda fue uno de nuestros encuentros más completos de la temporada, pero ganarles ahora no será fácil porque son un equipo buenísimo, muy peligroso. Espero un partido de tú a tú con un gran Zaragoza», asevera, antes de destacar a Eguaras, que es el «dueño del balón, sabe leer muy bien los partidos» y a Pombo.