Después de volver a ser el mejor jugador del Real Madrid por segundo partido liguero consecutivo, con dos asistencias de gol ante el Espanyol tras su recital en El Sadar, Isco Alarcón no esquivó la pregunta sobre su futuro y pidió un guiño a la directiva del club.

El discurso de Isco puede leerse de distintas maneras, pero el tono con el que remarcó «muy feliz» es un mensaje directo a las personas que deben decidir su futuro: plantear una oferta a la altura de los deseos del jugador o correr el riesgo de su marcha gratis. «Yo estoy tranquilo, a mí lo que me preocupa es tener minutos, la carrera de un jugador es pequeña. Yo estoy muy feliz aquí y estaría muchos años más. De aquí a final de temporada tomaremos una decisión, es mi futuro lo que está en juego», declaró Isco.

Es un claro cambio respecto a lo que un día de octubre dijo, cansado de no tener la continuidad deseada cuando ha aportado brillantez al juego del Real Madrid. «Quiero ser titular en el Real Madrid, pero si aquí no puedo, no tendría problema en buscar una salida». Esa frase fue utilizada como arma arrojadiza contra Isco que, tras el partido ante el Espanyol, dio un nuevo giro de tuerca a su situación. Finaliza contrato el 30 de junio de 2018 y lo deportivo está por encima de todo para Isco.