Valery Karpin tiene una triple nacionalidad. Es letón de nacimiento, ruso de adopción y gallego por devoción. Sus cinco temporadas en el Celta le unieron de forma especial a la ciudad donde está considerado un ídolo. Su vínculo con la localidad pontevedresa no queda sólo reducida al ámbito futbolístico y el jugador incluso llegó a presentar un curioso programa televisivo en una cadena local. Pero su último lazo de unión con Vigo también tiene relación con el deporte. El jugador de la Real es el mecenas del Club Vigo de voleibol, que gracias a la subvención económica del ruso está cerca de la permanencia en la Superliga masculina, donde es colista el CAI Universidad de Zaragoza.