El francés Justin Jules (Wallonie Bruxelles) se impuso al esprint de un reducido grupo en la primera etapa de la 44ª Vuelta Aragón y es además el primer líder de la carrera aragonesa. Jules fue el más rápido del grupo delantero tras los 186,2 kilómetros de recorrido entre la localidad turolense de Andorra y Calatayud con un tiempo de 5:04:59 a un promedio de 36,632 kilómetros por hora. Tras Jules se clasificaron su compatriota Thomas Boudat (Total Direct Energie) y el español Eduard Prades (Movistar).

La aparición del viento una vez superada la localidad de Mainar, a 46 kilómetros del final, provocó la formación de abanicos con los equipos Movistar y Total Direct Energie, entre los más activos, que dinamitaron el gran pelotón. Aunque la carrera pareció definitivamente decidida cuando la ventaja llegó a los 46 segundos entre el grupo de cabeza y el pelotón perseguidor, por detrás los italianos del Androni Giocattoli no cejaron en su empeño y a punto estuvieron de neutralizarlos.

Por delante, los hombres del Movistar no estaban dispuestos a tirar por la borda el esfuerzo de los kilómetros anteriores y con la línea de meta ya a la vista, a 6 kilómetros lanzaron un nuevo arreón que les permitió volver a abrir hueco para llegar con 41 segundos de ventaja que se prevén decisivos para que entre los veinte componentes del grupo cabecero termine saliendo el vencedor final.

BONIFICACIONES

Para la segunda etapa ya entrará en juego la lucha por las bonificaciones, sobre todo en el caso de que no haya ningún equipo con la capacidad suficiente como para conseguir que en la línea de llegada de Canfranc Estación el grupo que la alcance en primer lugar sea lo más reducido posible.

El siempre temible viento por las carreteras aragonesas acompañó al pelotón desde la salida de Andorra hasta la llegada en Calatayud. Las tres primeras horas soplando de cara llevó al grupo a rodar muy por debajo de lo que suele ser habitual, ya que solo se completaron 100 kilómetros a un promedio de 33,3 kilómetros por hora. De haberse mantenido, el retraso en llegar a Calatayud podía haber sido de más de una hora, pero cambió en la parte final y también el desenlace de la etapa y el de la Vuelta.

Una vez superada la localidad de Mainar, a 46 kilómetros del final en una zona plana casi a 1.000 metros de altitud fue cuando de verdad el aire adquirió el papel de gran protagonista. Empezó a soplar lateralmente y los equipos más fuertes, con Movistar y Total Direct Energie como grandes protagonistas pasaron, a la acción.

Tras diversas aceleraciones el cuarteto se formó en el kilómetro 22 y alcanzó los 11:35 minutos solo veinte kilómetros después. La fuga concluyó a 40 kilómetros del final, una vez formados los abanicos y dejó un grupo con una veintena de unidades.

Jules se mostró muy satisfecho por conseguir su primera victoria deL 2019 en una etapa en la que, tras meterse en el corte bueno como consecuencia de los abanicos, «sabía que podía ganar». «Cuando se ha formado el grupo de cabeza sabía que tenía opciones de ganar y que mi rival más peligroso y al que más temía era Thomas Boudat con el que ya me he medido esta temporada en alguna ocasión y que ha acabado segundo», comentó.

Por su parte, el aragonés Jorge Arcas (Movistar) estaba muy contento aunque lamentaba que al final «ha sido una pena la avería de Jaime Castrillo, que se merecía estar delante, pero al final hemos logrado estar cuatro».