Se ha convertido en una ley no escrita para el CAI Zaragoza, al menos en la segunda vuelta: partido que no gana el rebote, partido que no gana. Porque sin él el CAI pierde la opción de correr y ha de variar su juego. Se ha cumplido en diez de los once últimos encuentros, con la única excepción de la victoria en Tenerife, y se ha convertido en una sensación generalizada acerca de dónde se encuentra uno de los puntos débiles, acaso el principal, del equipo aragonés. Sucedió de forma muy evidente el domingo ante el Unicaja, cuando el dominio del rebote ofensivo de los malagueños resultó decisivo en el triunfo. Al final, 32-38 en capturas y 81-91 en el marcador.

En Badalona, el Joventut se llevó el rebote (36-30) y el partido (82-57). En el histórico triunfo frente al Barcelona fue el CAI quien dominó ese apartado (39-36) y se adjudicó el partido (85-79). En Sevilla la diferencia resultó abrumadora: 44 balones recogió el Cajasol tras un rechace por tan solo 30 el CAI para un no menos contundente 79-59 en el marcador. En Manresa, el conjunto zaragozano se impuso en el rebote (30-37) y en el marcador (71-74), igual que frente al Obradoiro con un claro 40-29 en capturas que se tradujo en un no menos claro 85-58 final.

Por debajo de la media

En la derrota frente al Gran Canaria, más de lo mismo, 27-36 cedió el rebote el CAI, 77-84 ganaron los isleños. Frente al Fuenlabrada, 32-35 y 72-81, ante el Valencia, 33-28 y 95-89, contra el Bilbao, 31-27 y 88-72. La única excepción fue el encuentro frente al Tenerife que el CAI se llevó por 75-78 pese a que el equipo insular se había impuesto en los rechaces (33-28).

El CAI Zaragoza se encuentra en la zona templada en las estadísticas generales de rebotes. Es el décimo equipo con una media de 33,56 capturas por jornada, cuatro menos que el mejor, el Gran Canaria, tres más que el peor, el Valladolid. En los cinco partidos de la segunda vuelta en los que ha perdido el rebote, no ha llegado a alcanzar en ninguno su propia media. Sin embargo, en rebotes defensivos es el sexto mejor equipo con 24,93 de media mientras que en los ofensivos sí que presenta peores números que le convierten en el antepenúltimo equipo de la categoría con 8,63. Lo sucedido ante el Unicaja fue un reflejo bastante fiel de esa estadística en la que los malagueños son los mejores (se llevaron 14 del Príncipe Felipe) mientras el CAI se quedó en 6.

El equipo aragonés ha sufrido también excesivamente con algunos pivots. El domingo, Stimac se convirtió en una pesadilla para los interiores del CAI y terminó el encuentro con 17 puntos y 6 rebotes. En Badalona, Miralles hizo 13 puntos y 4 rebotes, ante el Barcelona Tomic sumó 15 puntos y 8 rebotes, en Gran Canaria Rey aportó 13 puntos por los 12 más 8 rebotes de Tavares. El rebote es una cuestión de equipo que acaba afectando al juego colectivo, que condena al CAI a la derrota.