José Luis Mareca no ha vivido una situación parecida en toda su trayectoria. Dos de sus atletas, Toni Abadía y Carlos Mayo, pueden protagonizar un encarnizado duelo por el oro en el Campeonato de España de cross individual que se celebra mañana en el Parque Lineal de Plaza. Los zaragozanos sueñan con esprintar por el título en la recta de llegada.

Mareca prefiere no mojarse y no da el nombre del ganador. «Tanto Toni como Mayo entran dentro de los favoritos, al igual que otros atletas como Chiqui Pérez, Fernando Carro, Ayad Lamdasem y Adel Mechaal. Se notará la baja de Oumaiz y compite el triatleta Mario Mola, que es para tener en cuenta. El balear es una incógnita porque hace mucho que no compite a alto nivel en atletismo», indica.

Los dos aragoneses llevan seis semanas realizando una preparación de altura en Bronchales. «Los dos han entrenado igual, pero siempre influye la capacidad competitiva de cada uno y cómo se encuentren en la carrera. El circuito se adapta perfectamente a los dos y Jesús Olmos me ha dicho que es bastante duro y han puesto unos montículos. Si soplara el aire se haría más duro y normalmente en un Nacional nadie se escapa al comienzo», confiesa Mareca.

El técnico analiza a sus pupilos. «Ambos llegan en el mejor momento de su vida para estas fechas. Toni siempre ha demostrado que es un buen corredor de cross y cuando tiene una motivación extra suele rendir bastante más. Carlos es muy luchador, está muy fuerte, está en la mejor forma de su vida e intentará hacer todo lo que pueda», dice.

En la élite

Junto a Abadía y Mayo, también compiten del grupo de Mareca atletas como Fernando Gil, Jesús Olmos, Alicia Pérez o Shirley Kap. «El circuito le va bien a Alicia porque es muy rodadora e intentará luchar por quedar entra las veinte primeras», afirma. Mareca compitió cuando los circuitos de cross eran mucho más duros. «A mí me gustan más duros y que tengan barro, pero hoy en día dependen de quién lo organice. Pero yo creo que el recorrido no es muy suave. Si Olmos ha dicho que es duro, será duro», reconoce Mareca.

El técnico aragonés tiene uno de los grupos de fondo más importantes en España. Lo componen unos 40 fondistas, la mayoría aragoneses junto a Chiqui Pérez y Camilo Santiago. Mareca era un especialista del maratón, compitió en 30 pruebas y lo llegó a correr en 2.20.26 en Nueva York. Cree que el nivel del grupo de cabeza es similar a cuando era atleta de élite. «A lo mejor a nivel global de los 80 primeros ha habido épocas mejores, pero ahora el nivel está bastante bien. Mucha gente no hace pista, pero en ruta se corre bastante». Ahora hay menos atletas profesionales. «Es complicado puesto que las becas y los fijos son más bajas que antes». Mareca tiene su trabajo en una fábrica de calderería y no cobra un duro de los atletas que prepara. «No gano nada salvo lo que la Federación Española me paga por los premios».

El aragonés tiene su peculiar libro de estilo para llevar a los atletas. En el atletismo está casi todo inventado y Mareca sigue la lógica y el sentido común con sus atletas. «Me gusta hacer mucho trabajo natural, mucho fartlek, mucha cuesta. Realizo más trabajo de carga en invierno y en verano más específico». Una de sus inspiraciones fue el técnico vigués Alfonso Ortega. «Me entrenó diez años y aprendí bastante con él. Sobre todo tener paciencia y hablar mucho con los atletas. Es algo que siempre he tenido presente», reconoce el veterano entrenador. Una de sus grandes alegrías fue que su esposa, Chus Zorraquín, se llevara el oro en el Nacional de maratón el 2001 en Barcelona. «Las alegrías han sido en los últimos 20 años, pero la mejor etapa ha sido en los diez últimos».

Como entrenador lleva más de 30 años de trayectoria. «Disfruto ahora más como técnico que como corredor. Los primeros atletas que llevé eran maratonianos», indica.

Mareca recalca que no se reciben apoyos institucionales para el atletismo. «No existen ayudas del Gobierno de Aragón y del ayuntamiento, pero los políticos siempre se ponen en la foto. La comunicación con los entrenadores es cero total. Me da igual que me hagan un reconocimiento, no soy de ningún club y me pago mi licencia nacional», explica el entrenador.

Con 61 años sigue teniendo la misma ilusión que cuando era joven. «Cómo corredor quiero mantenerme físicamente bien y no tengo ningún reto. En los próximos meses me voy a jubilar y ahora solo aspiro a entrenar a mi grupo».