Jorge Lorenzo continúa con su mala racha en su dura y dificultosa primera temporada a los mandos de la Honda RC213V, con la que el heptacampeón Marc Márquez ha ganado cinco de los últimos títulos mundiales de MotoGP. No podrá correr mañana porque padece «una fractura estable de la vértebra dorsal T6». Ayer, en el primer entrenamiento de Assen, sufrió su sexta caída de la temporada. Nada más producirse la caída fue trasladado al hospital, donde ya se informó que no podría participar en la segunda sesión del día. Tres horas más tarde, la organización anunciaba que Lorenzo no podría participar en la carrera.

«Jorge ha tenido una caída de alta energía, ha caído muy mal. Cuando ha llegado aquí estaba aturdido, ligeramente desorientado y ciertamente muy inestable», dijo el doctor Ángel Charte, que fue el primero en explorar al piloto.

Lorenzo llegó a viajar a Japón para analizar con los ingenieros de Honda Racing Corporation (HRC) los problemas de adaptación a su moto. El mallorquín rodó por la arena después de sufrir un fuerte impacto en el costado derecho de su cuerpo, el mismo que quedó muy tocado en su caída en el test del lunes posterior al GP de Cataluña. «El problema es que esta caída agrava un poco más su condición física, que ya era un poco precaria tras la caída en el test de Montmeló», convino Alberto Puig, team manager de HRC. «El accidente ha sido fuerte, se ha dado un buen golpe en el pecho y la espalda», dijo.