--¿Cuáles son los cuidados que debe tener el cazador con su perro en esta época del año?--Debe tener al animal desparasitado interna y externamente para contraatacar las pulgas y garrapatas. Antes del comienzo de la temporada es conveniente vacunar al perro adulto contra la rabia, moquillo canino, tos de las perreras, parvovirosis, leptospirosis y hepatitis canina. Normalmente todas estas enfermedades están englobadas en la vacuna denominada "polivalente". Si el animal no está sanitariamente bien, no va a rendir, por mucha vocación que tenga.

--Y aparte de la desparasitación y vacunación, ¿qué otros cuidados especiales hacen falta?--Si el perro está obeso o ha estado parado durante mucho tiempo es recomendable que el cazador lo vaya sacando para que pierda ese sobrepeso. Justo antes del inicio de la temporada, la alimentación debe ser a base de pienso, olvidándose de comidas caseras, y más teniendo en cuenta la llegada del calor, puesto que le podría acarrear algún problema gastrointestinal.

--El perro, como ser vivo en constante esfuerzo físico, ¿atiende a cierto tipo de alimentación?--Al animal no se le puede dar de comer antes de salir a cazar. Es necesario que hayan transcurrido dos o tres horas después de una comida ligera, nunca excesiva. También es muy recomendable que se le provenga de agua a lo largo de una intensa jornada. Y además es preferible que la caza no se lleve a cabo en las horas con más calor.

--¿Qué otras enfermedades deben pasar un exhaustivo control?--Siempre es obligatoria una visita a una clínica veterinaria adscrita al Colegio de Veterinarios de Aragón. La información que recibe el cazador es totalmente gratuita. Es importantísimo que sepa si su perro tiene leishmaniosis y filariosis (gusano del corazón). En ellas se les hacen las pertinentes pruebas analíticas para despertar esas patologías. Pero sobre todo hay que desparasitar al animal, eliminar las enfermedades y vacunarlo. El perro no pierde los vientos tras ser vacunado, no pierde su olfato cuando sale a cazar.

--Cuidados, enfermedades, alimentación... y en cuánto al traslado de los animales, ¿cómo debe ser?--Se debe evitar, en la medida de lo posible, viajar con ellos en el maletero ya que suele ser la parte del vehículo que más soporta las altas temperaturas durante el camino de vuelta. Hay que evitar los golpes de calor, circunstancia que en ocasiones les provoca su muerte. El traslado conviene realizarlo en carros bien aireados, siendo el trayecto directo, sin paradas para comer.

--Tras la jornada de caza, ¿es necesaria la revisión del perro?--Efectivamente. Hay que revisar los párpados, orejas, almohadillas, para evitar que puedan tener heridas o se les haya clavado algún rastrojo o espiga. Si no lo solventamos, conllevaría a una disminución posterior en el rendimiento del animal.

--Desde el colectivo veterinario siempre han criticado ciertas actuaciones, como el sacrificio de perros al final de la temporada.--Cuando un animal cae enfermo, no rinde o no cumple las expectativas, antes de sacrificarlo existen otras opciones como proceder a su tratamiento, llevarlo a una protectora de animales, buscarle otra ubicación y, si en último término hay que proceder al sacrificio o a una eutanasia fundamentada, se debe realizar en una clínica veterinaria, de forma humanitaria y con los medios convenientes. Es lamentable observar galgos ahorcados o perros muertos con algún tiro finalizada la temporada.