Atrapado por el Catarigate, a Michel Platini se le echa encima la justicia francesa que desde hace tres años investiga junto a las autoridades suizas y norteamericanas un posible delito de corrupción y tráfico de influencias en la adjudicación del Mundial de Fútbol al Emirato de Catar en 2022.

Según desveló el diario francés Mediapart, el expresidente de la UEFA y antiguo jugador de la Juventus y de los bleus fue detenido ayer en el marco de esa investigación y pasó la jornada declarando en la oficina anticorrupción de la policía judicial de Nanterre, en la periferia de París. La Fiscalía Nacional Financiera quiere saber qué papel jugaron Francia y sus representantes políticos y deportivos en la elección del Emirato del Golfo Pérsico como sede del próximo Mundial. Catar se impuso el 2 de diciembre del 2010 frente a las candidaturas de Japón, Corea del Sur y Estados Unidos, cuando era esta última la que más posibilidades tenía.

Al día siguiente, varios medios británicos denunciaron la corrupción de la federación internacional y unos meses después, el catarí Mohamed Bin Hamman, muñidor de la candidatura, fue apartado de los organismos internacionales por haber violado el código ético de la confederación asiática del deporte.

El hilo del que está tirando la fiscalía es un ya famoso almuerzo secreto en el Palacio del Elíseo el 23 de noviembre del 2010, nueve días antes del voto de la FIFA. Nicolas Sarkozy invitaba al príncipe heredero -actual emir- Hamad Al Thani, y a Platini, entonces vicepresidente de la FIFA. En esa reunión se trató la compra del PSG por parte de los qataríes y la creación de Bein Sport para competir con Canal Plus, tal y como desveló en su momento France Football. Todo se cerró a cambio de una promesa: Platini cambiaría su voto y no optaría por EEUU sino por Catar.

Los archivos oficiales del Elíseo consultados por el diario Le Monde confirmaron la existencia de esa comida, en la que también participaron el primer ministro catarí, el ex secretario general del Elíseo y mano derecha de Sarkozy, Claude Guéant -que está siendo interrogado- y la exconsejera de Deportes, Sophie Dion, igualmente detenida ayer.

Según el expresidente de la FIFA, Sepp Blatter, que pasó de ser amigo de Platini a convertirse en su principal acusador, esa cita cambió completamente las cosas. «Todo iba bien hasta que Sarkozy celebró esa reunión con el príncipe heredero de Catar», dijo en 2016.

MENSAJE DE SARKOZY

«Michel Platini, después de la reunión que tuvo en París con el presidente Nicolas Sarkozy y el emir actual de Catar me dijo: ‘Me han pedido votar por los intereses franceses’ y mi grupo no votará por lo que habíamos decidido en el comité ejecutivo», agregó Blatter. Pero el excapitán de los bleus siempre negó estas acusaciones, que interpretó como una maniobra de Blatter para impedirle llegar a la presidencia de la FIFA. Platini aseguró que Sarkozy no le pidió nada durante ese almuerzo, aunque notó que «había un mensaje subliminal».

«Michel Platini no tiene nada que reprocharse y afirma ser completamente ajeno a unos hechos que le superan», indicaron ayer los abogados de Platini en un comunicado. En el mismo dejan claro que no se trata de un arresto sino de un «interrogatorio en calidad de testigo» en el marco de un careo entre todas las personas que están declarando en la investigación.