La noticia del supuesto intento de soborno del Celta, a través del guardameta del Atlético Germán Burgos, en el partido ante el Racing corrió ayer como un reguero de pólvora por el vestuario zaragocista, pero a la hora de analizarla los jugadores prefirieron pasar de puntillas, restando importancia al tema, a pesar de ser el equipo vigués el siguiente rival en Liga. Así, algunos, como Ponzio o Alvaro, calificaron el asunto como una broma del portero rojiblanco, mientras que otros, casos de Láinez o Savio, se decantaron por no dar pábulo a los rumores. "Cuando se comentan cosas así el que pierde es el fútbol. Es algo tan malo, tan sucio, que prefiero pensar que no existe ya y que no va a existir nunca más", dijo el futbolista brasileño.