Año nuevo, proyecto nuevo, ilusiones nuevas. Es lo que transmite un Porfirio Fisac al que le está gustando todo lo que ve en sus primeros días en Zaragoza, el trabajo de Pep Cargol, la actitud y las ganas de los jugadores y, sobre todo, el trabajo con la cantera del Tecnyconta. El técnico tiene claras también cuáles son sus primeras metas, convertir en un equipo una plantilla totalmente renovada, conectar con la grada y conseguir la salvación lo antes posible. Todo bajo la idea de que este sea «el año del cambio». Ni transición ni evolución sino cambio, dejar de sufrir hasta el final y «ser algo más de lo que hemos sido hasta ahora».

Son las primeras sensaciones de Porfirio Fisac antes de dirigir hoy su primer entrenamiento en la pista. De momento es todo positivo. «Porque todos los jugadores llegan con una gran disposición al trabajo y al año, importante para ellos, para el club, para el entrenador. Y esta es la primera sensación que me transmiten los jugadores, todos quieren crecer, todos tienen esa ambición», dijo el técnico. Fisac ya ha podido conocer a casi todos sus jugadores, solo faltan Bo McCalebb y Javier Justiz, resolviendo temas burocráticos.

En su primera intervención quiso destacar la grata sorpresa que se ha llevado estos días. «Me he quedado muy sorprendido positivamente por el trabajo que hay en este club en categorías de formación. Va a haber una serie de jugadores con los que ya estamos trabajando desde este fin de semana y que van a estar a caballo entre el EBA y el primer equipo y los vamos a tener muy presentes a lo largo de todo el año. Creo que se está trabajando muy bien en este club, que hay mucha gente detrás participando y me agrada muchísimo lo que me he encontrado, jugadores preparados no sé si para dar el salto ya pero sí para ayudar a trabajar y estar en la órbita de la ACB».

EL TRABAJO TÉCNICO / En cuanto a la plantilla, Fisac destacó el trabajo de Pep Cargol en la dirección técnica y el hecho de que todos los jugadores hayan querido venir a Zaragoza. «En todo momento hemos tenido mucho feeling a la hora de saber a por quién queríamos ir y hemos ido a por gente que podíamos fichar. No hemos esperado ni especulado con jugadores con precios distintos a los que podemos acceder. Por eso hemos cerrado la plantilla en el momento adecuado, porque a por los jugadores a por los que íbamos tenían una cosa muy clara, aparte de que su salario era accesible, es que todos querían venir a Zaragoza. Y eso creo que es un acierto de Cargol».

Y eso que durante la confección de la plantilla el club tuvo que sortear el obstáculo de la lesión de Heiko Schaffartzik, lo que supone un cambio de planes. «Sí, al final hay ciertas cosas que tienes que cambiar. No es una baja que nos haya gustado porque en ese puesto teníamos muy definido el contraste entre Heiko y los otros dos bases, Fabio y Carlos. Pero Bo es un jugador que ya ha estado aquí, al que el club conoce bien, que él conoce perfectamente la ciudad, a la afición».

Ahora llega su turno, el del cuerpo técnico, que debe conjuntar a esos jugadores durante las próximas seis semanas para arrancar la Liga en un buen tono. «El que yo sea capaz de cuadrarles o no es responsabilidad mía y de mi cuerpo técnico. Que sean todos nuevos no debe ser un paso atrás, sino un paso más lento». Sobre ellos deberá modelar el equipo siguiendo sus gustos baloncestísticos. «Me cuesta jugar un baloncesto lento, no sé si me tendré que adaptar a mi equipo, me cuesta jugar un baloncesto en el que se rehúya tirar un tiro cómodo en los primeros segundos, donde la gente no sea capaz de hacer una falta antes de permitir una canasta, donde el jugador no sea generoso para dar un balón a un compañero cuando está solo. Pero soy camaleónico y me adapto porque mi único objetivo es hacer que mis jugadores sean mejores», aseguró. La meta deportiva también está clara: «No pasar apuros para salvarnos».