El Real Zaragoza es de los pocos equipos de Segunda, por no decir el único, que plantea un estilo diferente al de sus rivales. Uno de los «valientes» que ataca con todo en una categoría donde los errores se pagan con intereses, y el cuadro aragonés ya sabe lo que eso significa.

Desde que se enfundó la zamarra blanquilla con el ‘1’ a su espalda, Cristian Álvarez ha salvado al equipo en innumerables ocasiones. En Almería, la mala fortuna en fallos individuales pasaron factura, y el guardameta solo pudo ver cómo el balón penetró por la escuadra en el gol de la victoria rojiblanca. «Cuando te vuelcas en el ataque lo más normal es quedarte expuesto atrás. Tuvimos grandes ocasiones para marcar la diferencia, pero no pudimos definir en los últimos metros y lo terminamos pagando», comentó ayer el argentino.

El portero es uno de los avalistas del estilo Idiakez, caracterizado por su «ambición ofensiva», que va a dar «más alegrías que tristezas». La defensa blanquilla comienza en el campo rival con la presión a los centrales al intentar salir con el balón jugado, y el ataque también se ve beneficiado con ello. «Apostamos por un fútbol valiente y una idea de juego bonita, en la que haya espectáculo y tengamos ocasiones de gol. Prefiero ganar así y, si perdemos, hacerlo siendo fieles a nuestra filosofía», explicó Álvarez.

Segundas partes nunca fueron buenas y, en el caso del Zaragoza, es uno de los principales aspectos a mejorar. El portero reconoció que hay que «trabajar» en ello para «intentar estar más atentos cuando el rival se nos venga encima, especialmente cuando llevemos ventaja o vayamos empatando».

El equipo llega a la cita de esta tarde «con muchas ganas de jugar delante de nuestra afición. Venimos de una derrota y poder refugiarte en tu gente después de un mal partido siempre reconforta». La Romareda es un talismán. Un escenario en el que los rivales sudan para llevarse los tres puntos. «Nos ven como un candidato al ascenso, y eso no ha de extrañarnos porque somos el Real Zaragoza. Tenemos que estar siempre ahí y eso ha de jugar a nuestro favor», concluyó Cristian.