Emperador de Montecarlo, merced a sus once conquistas, Rafael Nadal volvió a ejercer su tiranía ayer para someter en la tercera ronda, por 6-4 y 6-1, al búlgaro Grigor Dimitrov. Brindó, de este modo, el balear por su victoria 70 en un torneo hecho a su medida, por la ubicación y la superficie.

Sobre polvo de ladrillo y a nivel del mar, su juego se vuelve indescifrable. Su saque gana mordiente y su derecha más variantes al concederle la pista más tiempo para tejer su estrategia. Ante Dimitrov la premisa fue atacar su revés a una mano, castigarle con las alturas y aguardar una bola oportuna para cerrar el punto con su drive.

Así enfiló Nadal su enésima victoria en Montecarlo, algo más trabajosa de lo que se intuía en la apertura del envite, cuando el mallorquín se colocó con un favorable 4-1, camino de su duodécimo éxito en trece embates ante el búlgaro. Perdió tino, sin embargo, en los siguientes tres juegos. Dimitrov se corrigió y anunció el comienzo de una nueva batalla, con 4-4 en el momento decisivo del set.

Entonces Nadal volvió a gobernar el duelo. Aseguró su saque y cerró el parcial al resto (6-4). El partido estaba ya irremediablemente del lado del español. Once veces triunfador en Montecarlo, Nadal siguió madurando su puesta a punto, porque así lo dicta un mes de inactividad, desde su retirada en Indian Wells. El definitivo 6-1, su vigésimo tercer set consecutivo en Montecarlo, le situó en cuartos de final, donde le aguarda hoy el argentino Guido Pella.

DJOKOVIC GANA / Mientras, el serbio Novak Djokovic, líder del ránking mundial, progresó a los cuartos de final con su victoria, por 6-3 y 6-0, ante el estadounidense Taylor Fritz. Su rival por un puesto en semifinales será el ruso Daniil Medvedev. La sorpresa del día fue que el austríaco Dominic Thiem se despidió al ceder por 6-3 y 6-3 ante el serbio Dusan Lajovic. Y el italiano Fabio Fognini venció al alemán Alexander Zverev (7-6, 6-1).