La primera impresión resultó positiva. Rafael Nadal pisó con seguridad un escenario que se conoce tan bien como el jardín de su casa de Manacor, después de haber jugado desde el 2003 íse perdió la edición del 2004í y ganar ocho títulos hasta el momento. En apenas 72 minutos, en esa mágica pista central del Country Club de Montecarlo, se deshizo del ruso Teymuraz Gabashvili por 6-4 y 6-1.

Fue una victoria rápida y contundente, la 299 de su carrera en tierra para acceder a los octavos de final, donde este jueves se cruza con el italiano Andreas Seppi, que ganó una dura batalla de casi tres horas a Pablo Andújar por 7-6 (7-5), 5-7 y 6-4.

Tampoco tuvo ningún problema en su retorno a Montecarlo Roger Federer, que eliminó al checo Radek Stepanek (6-1, 6-2), ni su compatriota Stanislas Wawrinka, otro de los grandes favoritos, que se deshizo del croata Marin Cilic (6-0, 6-2).

Además de Nadal, la jornada para los representantes españoles fue muy positiva, con triunfos esperados como los de Tommy Robredo ante Julien Benneteau por 4-6, 6-0 y 6-1) y Nicolás Almagro sobre Nicolas Mahut por 7-6 (7-3) y 6-3, junto a las gratas sorpresas protagonizadas por Pablo Carreño, que venció a Gael Monfils por 6-3 y 7-6 (8-6), y Guillermo García-López, que derrotó a Alexandr Dolgopolov por 6-1 y 7-5.