Apenas tenía 14 años cuando, el año pasado, conquistó el Campeonato de España absoluto mixto imponiéndose a todos los chicos que participaban. La proeza le aupó a un lugar de privilegio en el ajedrez tras haber hecho historia y a convertirse en una de las principales referencias de este deporte no solo a nivel autonómico, sino también en el panorama nacional, donde su nombre ya suena con fuerza como una potencial figura. A sus 16 años, María acumula diez Campeonatos de España entre las modalidades de partidas rápidas y lentas (el primero lo logró con solo siete años en su segunda participación) y ha competido recientemente en la Olimpiada que, debido a la pandemia, en esta ocasión ha tenido que celebrarse online. Está entre las mejores jugadoras del mundo de su edad.

«La base es el trabajo y un poco de talento. Llevo jugando desde los 6 años y poco a poco he ido adquiriendo experiencia y subiendo el nivel», expone María, cuyos inicios en el ajedrez se remontan al aprendizaje adquirido a través de un vecino de su pueblo, la localidad oscense de Cuarte. «Me enseñó a mover las piezas y luego con mi padre compramos un libro con el que aprendí un poco más. Más tarde me uní al club de Huesca y de ahí hacia arriba», indica la aragonesa, que disputó su primer Campeonato de Europa con 8 años en Praga logrando una espectacular cuarta plaza.

En el 2018 fue la octava del Campeonato del Mundo sub-14 en Grecia, donde su amigo Pedro Ginés, también aragonés, consiguió el título. «Entreno diariamente lo que puedo y asisto a clases semanales. La pandemia me ha impedido jugar torneos durante estos meses, aunque hace poco volví a disputar uno en Zaragoza. He tratado de aprovechar este tiempo de inactividad en invertir en preparación», apunta la joven jugadora, que actualmente reside en Huesca.

Con Judit Polgar como referente, María subraya la preparación física necesaria para competir en un deporte asociado a la fortaleza mental. «Pero no solo es eso. El físico cuenta y mucho. Yo he jugado partidas de más de seis horas y, aunque es verdad que te puedes levantar o comer, el desgaste ante tanta concentración es enorme. Y eso que hay quien dice que el ajedrez no es deporte», denuncia María, orgullosa de dar «visibilidad» al ajedrez femenino. «Sigo pensando que hay pocas chicas jugando al ajedrez. Hay más que hace 20 años, pero se podría potenciar más. A la hora de competir en Campeonatos de España debería ser por separado, por sexos, porque, por ejemplo, en el Campeonato de España el número de chicas es muy inferior al de chicos y deberíamos jugar entre nosotras para saber quién es la mejor porque, si en la última ronda juegas contra un chico, no se puede saber».

Ingeniería o matemáticas

Con todo, la oscense presume de estar haciendo historia para el deporte femenino aragonés. «Creo que soy la jugadora más destacada de mi edad en Aragón y entre las mejores en total. Estoy orgullosa de lo que he logrado, sobre todo, con el Campeonato de España conquistado el año pasado en rápidas porque nunca lo había logrado una chica. Cuando acabé el torneo no era consciente de lo que había hecho, pero luego no paras de recibir felicitaciones y te das cuenta de la magnitud y repercusión de lo conseguido».

Maestra del ajedrez, María sueña con volver a disputar una Olimpiada, pero esta vez «de verdad». «Me gustaría llegar a lograr una plaza y estar ahí, in situ, con el equipo olímpico. Quiero vivirla y no detrás de un ordenador», expone la oscense, que valora la compañía durante toda su vida de su mejor cómplice. «El ajedrez me acompaña desde pequeña ya no solo para pasarlo bien sino que también me ayudaba a concentrarme en los estudios y a saber controlar mis emociones». María cursa 2º de Bachillerato científico en Huesca y aún no tiene del todo claro cuáles serán sus siguientes pasos en la vida, pero hay dos serias opciones. «Ingeniería o Matemáticas».