La ola que recorrió La Romareda tras el tercer gol fue la constatación de que algo nuevo, y bueno, estaba sucediendo. Al Real Zaragoza le ha cambiado el estado de ánimo y el zaragocismo vuelve a ver la luz sin olvidarse de que sigue atravesando tiempos oscuros. Los precios populares, las medidas adoptadas por el club --ha necesitado 28 jornadas de sufrimiento para reaccionar-- propiciaron la respuesta de la afición, como no podía ser de otra manera. Unos 29.000 espectadores, la mejor entrada del curso, acudieron a sumar esfuerzos y a volver a dejar las cosas claras.

"Zaragoza sí, Agapito no" fue lo primero, después de la protesta llevada a cabo en el exterior del estadio por el Movimiento Avispa. "Vende y vete ya" estuvo escrito en una pancarta. El clásico "Agapito vete ya" sonó una y otra vez, con empate, con victoria ajustada o con goleada. La oposición a la gestión del presidente y máximo accionista de la entidad es frontal y parece irreconducible. Incluso con el partido decidido, con la mayor goleada de la temporada, en la única noche tranquila, apacible y para disfrutar que el zaragocismo ha tenido en muchos meses, la grada respondió a Agapito, le volvió a decir que no le quiere. O sí lo quiere, pero lo más lejos posible del Zaragoza. "Agapito el que no bote" también sonó con fuerza.

La hinchada no olvida el trasfondo, el barro del que procede el lodo actual, pero ayer también disfrutó a lo grande. Explotó en una ola de alegría con el tercer gol de la noche, el primer penalti que transformó Gabi, y cantó a pleno pulmón el himno del equipo tras el cuarto, de nuevo obra del capitán. Se aplaudió cada esfuerzo, cada intento fallado, cada balón despejado, cada acercamiento al área rival... todo, cualquier cosa, sabía a gloria en plena goleada al tercer clasificado. También hubo tiempo para las ovaciones. Se la volvió a llevar Uche y se la llevó, con el estadio en pie y entregado, Gabi, bigoleador.

La salvación del Real Zaragoza está en La Romareda. Restan diez partidos para el final de la Liga y tienen que visitar Zaragoza Getafe, Almería, Osasuna y Espanyol, doce puntos fundamentales para asegurar la salvación en los que una Romareda entregada, haciendo la ola, cantando el himno, será un plus en el esfuerzo final que le queda al equipo de Javier Aguirre. El club ha encontrado la manera de que el estadio se llene y el equipo ha volteado su estado de ánimo. Así, mucho mejor.