El fútbol no es únicamente un buen método para construir sagas que pasan de padres a hijos; también se producen confluencias entre hermanos. Es el caso de los dos hermanos Zapater, de Ejea de los Caballeros. El menor, Alberto, ha saltado a la actualidad por hacerse esta temporada con un hueco en la plantilla del Real Zaragoza, tras un espectacular salto desde juveniles. Pero Alberto también cuenta con el ejemplo de su hermano mayor, Rubén, que juega como lateral izquierdo en el Ejea de Tercera División.

"Desde que Alberto era pequeño, los dos íbamos juntos a jugar al fútbol", recuerda Rubén Zapater. "Yo soy dos años mayor que él, y siempre me iba con los mayores. Pero durante mucho tiempo hemos jugado juntos". Los dos hermanos Zapater se complementan dentro de sus posiciones dentro del campo: "Yo soy interior izquierda, pero mi hermano siempre ha jugado como delantero", comenta Rubén. "En el Zaragoza, le han cambiado la posición: primero lo colocaron como media punta, y ahora lo ponen como eje. Sin embargo, a Alberto siempre le ha ido mucho más jugar arriba".

El lateral del Ejea no tiene celos profesionales por la notoriedad que su hermano menor ha alcanzado esta temporada, y se confiesa como un admirador del juvenil zaragocista. "No voy a dar mi opinión acerca de Alberto", asegura, "porque siendo familia, seguro que hay quien piensa que lo hago porque es mi hermano". Sin embargo, Rubén Zapater no puede reprimir algún atisbo de la opinión que le merece la trayectoria de su hermano. "Lo que sí es cierto es que llegar hasta donde él lo ha hecho es difícil". Del mismo modo, admite que la suerte también es importante: "Hay que tener en cuenta que hay muchos chicos buenos que están jugando", comenta. "Si no tienes un poco de fortuna para que se fijen en ti, tal vez nunca llegues a despuntar".

No tanta suerte

En el caso de Rubén Zapater, no puede decirse que le haya acompañado la buena fortuna. El mismo lo explica: "Llevaba meses sin jugar, porque primero me operaron dos veces de osteopatía de pubis, y después tuve una lesión de rodilla", recuerda. "Ahora ya llevo tres partidos seguidos, y parece que estoy más o menos recuperado. A ver si puedo contribuir a empujar hacia arriba al Ejea, porque esta temporada no hemos comenzado nada bien". Rubén Zapater, sin embargo, es optimista sobre el papel que su equipo podrá hacer esta temporada, y advierte que la Liga es larga. "Este año empezamos con cuatro lesionados de las incorporaciones que habíamos hecho. Ahora, con los nuevos fichajes y si trabajamos bien, creo que podremos mantenernos".

Pese a que ayer su equipo cayó derrotado, con la correspondiente decepción de los jugadores, Rubén Zapater no pierde el buen humor cuando se trata de hablar de sus buenas relaciones entre él y su hermano. "Mis compañeros siempre me preguntan por él, e incluso hacen bromas comparando dónde ha llegado, y donde estoy yo", confiesa. Y sin perder ese buen humor, apostilla: "A mí me conoce todo el mundo en Ejea, no me afecta que mi hermano sea famoso".