La historia del Ajax con esta Champions ha sido el refugio del fútbol, una alternativa fresca de juego que ha endulzado la competición, pero en semifinales se encuentra con otra heroicidad, la del Tottenham de Pochettino, que camina por su propio sueño con paso firme y esperanzado ante los problemas que le acosan. Ninguno de los dos aspiraba al título en septiembre, pero sus méritos les han colocado ante una oportunidad histórica.

Sin Harry Kane, lesionado, ni Heung Min Son, sancionado, el argentino pierde a sus dos máximos referentes ofensivos. «Vamos a ser un equipo, no me importa quién marque, se trata del colectivo», respondió Pochettino en la previa, pero al técnico no le quedan muchas más opciones para el ataque que Llorente al lado de Dele Alli y Lucas Moura, los únicos atacantes sanos e inscritos en la competición (el delantero Vincent Janssen es baja por ese motivo) que tiene disponibles.

Además, el entrenador del Tottenham tiene aún las dudas de Moussa Sissoko y Jan Vertonghen, con problemas físicos que han dejado fuera del partido, además de a Kane, a Serge Aurier, Erik Lamela y el centrocampista Harry Winks.

Después de acudir a unas semifinales de Copa de Europa 50 años después, tras eliminar al Manchester City en una eliminatoria loca, los ingleses se encuentran ante el Ajax de Ten Hag, que viaja a Londres con su once habitual e inalterable, salvo por la duda de lateral Mazraoui, lesionado del tobillo, que ha entrado en la convocatoria a última hora.

Frenkie De Jong volverá a liderar el centro del campo de los holandeses, con el versátil Tadic y el impetuoso Van de Beek por delante. Empeñado en escenificar el cambio de guardia en Europa, primero volatilizando al Madrid en el Bernabéu y, acto seguido, con el triunfo ante la Juventus de Cristiano Ronaldo, el último vestigio blanco que quedaba; el Ajax está reverdeciendo viejos laureles a base de un juego espectacular y atrevido que tendrá otra prueba de fuego hoy (21.00).