La Eurocopa se encuentra en estado de conmoción después de quedarse ayer sin una de sus grandes estrellas, Francesco Totti, como mínimo durante los próximos 13 días. Y no fue, como suele suceder, por lesión. Todo lo contrario. La UEFA sancionó al malcriado ídolo italiano con tres partidos por escupir al defensa Poulsen durante el partido Italia-Dinamarca disputado el lunes en Guimaraes. El salivazo, que pasó inadvertido para el árbitro español Mejuto González, fue grabado por una cámara de la televisión pública de Dinamarca, DR, cuando realizaba un seguimiento a Totti.

La Federación Danesa vio la secuencia de las imágenes en la página electrónica de la cadena en internet, denunció el caso a la UEFA y solicitó el castigo para Totti. Y la Comisión de Disciplina de la UEFA, presidida por el catalán Josep Lluís Vilaseca, fue inflexible. No le tembló el pulso por tratarse de uno de los jugadores que más camisetas venden en el mundo. Impuso un castigo ejemplar para no traicionar su cruzada a favor del juego limpio.

ATENUANTES Ni siquiera Giulia Bongiorno, la prestigiosa abogado que defendió al exprimer ministro Giulio Andreotti en el juicio en el que se le acusó de asociación mafiosa, evitó, junto a otro jurista llegado desde Italia, la sanción. Bongiorno sólo logró que el castigo se redujera de los cuatro partidos que solicitaba la acusación a tres. Y lo hizo tras basar la defensa en tres atenuantes: arrepentimiento, imágenes filmadas como "trampa" y que el salivazo no llegó a impactar en la cara del rival.

"No existe un solo jugador que no tenga una actividad antideportiva durante una hora y media. Desde hoy en adelante, cualquier otro equipo podría filmar con un vídeo a un solo jugador adversario y, dos días después, denunciar cualquier acción ilícita", apuntaron los abogados defensores. Totti, que se quedará con el grupo, se perderá el partido de hoy contra Suecia en Oporto, el último de la primera fase ante Bulgaria y el de cuartos si Italia se clasifica. Cassano será su sustituto.

SIN APOYO A Totti, conocido como il pupone (el niño mimado) en Roma, ni siquiera le ha servido de algo disculparse. Se ha quedado solo después de protagonizar una nueva chiquillada en su carrera. No tiene ni el apoyo de sus compañeros ni de los aficionados ni del presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) pese a pedir públicamente perdón. "Estoy dolido. Muy afectado. No me reconozco en las imágenes. Quiero que la gente sepa que el verdadero Totti es otro", declaró el jugador, de 27 años, tras comparecer ante la Comisión de Disciplina de la UEFA en el hotel Le Meridien de Lisboa. Una cita a la que llegó, vestido con el chándal de la selección, junto al preparador físico, y amigo suyo, Vito Scala.

Totti, cuyos problemas con las medias y las botas en el estreno causaron hilaridad en Italia, se ha quedado solo. Todos condenan su acción tras el mal partido contra Dinamarca. Incluso los tifosi piden que se le expulse, como hizo Rusia con el céltico Mostovoi, de la concentración. Ayer, el 63,9% de los lectores que participaron en una encuesta de La Gazzetta dello Sport pidieron una dura sanción para el jugador. Y no fueron los únicos. La Asociación Italiana de Consumidores (Codancons) anunció que llevará a Totti a los tribunales para pedir una indemnización de cinco millones de euros por considerar que el escupitajo ha dañado la imagen del país. Incuso Franco Carraro, presidente de la FIGC, calificó ayer el incidente de "error gravísimo" pese a que considera que Poulsen provocó a Totti al darle un codazo en la espalda.

"Las personas cometen errores, pero culturalmente soy contrario a la pena capital y a los moralismos. En la vida se comenten errores graves, pero si se es joven se puede mirar adelante", dijo Carraro para animar a Totti. Italia decidirá hoy si recurre la sanción para que pueda jugar antes de las semifinales. La Federación danesa, por su parte, mostró su satisfacción por el castigo.

Los jugadores del resto de equipos no disculpan a Totti, pero argumentan que lo que sucede en el campo debe quedarse ahí. "No se pueden estar rearbitrando los partidos constantemente", declaró Baraja.

MUCHOS PRECEDENTES Pero la acción de Totti no es nueva. Tiene precedentes. Rijkaard, técnico azulgrana, también fue suspendido por tres partidos por escupir al alemán Völler durante un partido del Mundial de Italia-90. Mucho peor le fue al portero paraguayo Chilavert. Le cayeron cuatro partidos por escupir al brasileño Roberto Carlos durante un partido de la fase de clasificación del Mundial 2002. Totti entró ayer en la lista negra. Pero podía haber sido peor. ¿Qué hubiera pasado si Mejuto no le perdona la expulsión por su brutal entrada a Henriksson?