—¿Cómo ha vivido estos días desde que se hizo oficial su nombramiento como nuevo director general de Deportes del CSD?

—Han sido días muy intensos, de distintas sensaciones y emociones, pero sobre todo con mucha ilusión al pensar lo que supone el cambio, el consecuente incremento de responsabilidad y la variación en las tareas.

—¿Qué tal el aterrizaje en su nuevo despacho?

—Muy diferente a lo que he vivido hasta ahora. El pasar de un Gobierno autonómico al central es un cambio mucho mayor en todos los aspectos: en materia de presupuestos, de personal, de organización… Han sido días de muchísima intensidad y trabajo en los que he intentado recibir la mayor cantidad de información posible, conocer las situaciones de los proyectos actuales y las necesidades a corto plazo para tomar todos los datos necesarios y empezar a trabajar.

—Llega en el ecuador de la legislatura con un cambio de Gobierno y un proyecto a dos años. ¿Cómo van a trabajar en un tiempo más corto del que disponen otros ejecutivos?

—El tiempo condiciona mucho el proyecto, aunque el plan que tenemos está pensado para ejecutarlo en los próximos dos años y sabemos que tenemos que modificar determinados programas y políticas que hasta ahora, en general, no estaban bien encaminados. En dos años hay tiempo para lo que hay tiempo, por lo que tendremos que priorizar proyectos. El ministro y el presidente del Gobierno ya han dejado claro qué proyectos en materia deportiva deben ser aprobados con mayor rapidez.

—Y lo primero es modificar la Ley del Deporte...

—Sí, vamos a crear un anteproyecto de Ley con mucha ilusión para llevarlo a las Cortes e intentar tramitarlo. Será un proyecto de consenso porque la situación parlamentaria es la que es. Vamos a tener que debatir mucho con las otras fuerzas políticas, pero no queremos imponer nada, sino crear un consenso social entre ayuntamientos, federaciones, comunidades autónomas, entidades profesionales, y toda la gente vinculada al deporte.

<b>—¿Qué principios contemplará la nueva ley?

</b>—El principio fundamental es adaptarse a los nuevos tiempos. El deporte avanza a pasos agigantados, mucho más que otros sectores sociales. Entonces por su propia forma de ser, la actual ley, que data del año 1990, se ha quedado un poco anticuada y el objetivo prioritario es actualizarla y adaptar la fórmula jurídica con el deporte del siglo XXI. Eso implica hablar de la igualdad de oportunidades, de definir el deporte como un método de inclusión social y entenderlo como algo más que una simple práctica competitiva.

<b>—¿Contemplará también la inclusión de la mujer en el deporte?

</b>—La secretaria de Estado nos ha comunicado que quiere una ley paraguas. Es decir, una ley de fundamentos para poder desarrollar de forma mucho más ágil los diferentes reglamentos. Queremos habilitar una serie de políticas públicas dirigidas concretamente a la inserción de la mujer en la práctica deportiva tanto en los puestos técnicos como en los de gestión, que ahí es donde hay mayor desigualdad.

<b>—Hablando de la inserción de la mujer en el deporte, a la atleta Isabel Macías no se le ha concedido una ayuda que se le otorga a las deportistas de alto nivel al dar al a luz. ¿A qué se debe esta decisión?

</b>—Sin duda es un problema porque la norma que regula este caso concreto procede de la legislación que había vigente con el anterior Gobierno. El problema del caso de Isabel es que su periodo de calificación terminó antes de los plazos establecidos por las convocatorias. Queremos hacer un cambio profundo en la calificación de las mujeres como deportistas de alto rendimiento y de nivel cualificado, y para ello hay que modificar la norma actual. La idea inicial que tenemos pensada es que el tiempo del embarazo y los primeros meses correspondientes a la maternidad no computen en ese periodo de calificación, de forma que se extenderá hacia adelante.

<b>—¿Qué le parece la elección de María José Rienda como presidenta del CSD?

</b>—La elección de María José es un gran acierto. Por un lado, porque por fin el cargo de presidente del CSD está ocupado por una mujer y, por otro, porque tiene un currículum excepcional. Es una exdeportista que conoce la alta competición perfectamente, ha participado en Juegos Olímpicos, y tiene grandes conocimientos sobre gestión deportiva.

<b>—¿Qué otros proyectos tienen pensado desarrollar desde el CSD?

</b>—El ministro ha definido unas políticas dirigidas a la igualdad en el deporte, prioritariamente a la mujer, pero también a la promoción de algún deporte inclusivo en la que todas las personas, con independencia de su capacidad, puedan trabajar y practicar deporte en el marco de una estrategia en común con las comunidades autónomas.

<b>—¿Qué balance hace de los tres años que ha sido director general del Gobierno de Aragón?

</b>—Muy positivo. En lo personal me ha servido para coger experiencia en la gestión pública y ser más responsable a la hora de tomar decisiones. Desde la perspectiva profesional creo que hemos hecho un trabajo muy importante. Los principios fueron muy duros porque tuvimos que levantar un presupuesto muy bajo y tuvimos que luchar con unas inercias negativas. Además nos encontramos con unas relaciones con las entidades que no gozaban de buen estado, y nos costó más de un año normalizar la situación. Después de tres años nos quedaba uno para rematar lo que habíamos cumplido en el plan estratégico que presentamos al inicio de la legislatura. Hemos duplicado el presupuesto en este tiempo y hemos generado mucha ilusión en gente que no la tenía, por lo que sólo puedo decir que estoy muy contento con el trabajo que hemos realizado.

<b>—¿Ha dejado algún proyecto archivado en sus cajones antes de viajar a Madrid?

</b>—Teníamos pensado aprobar en septiembre un proyecto de empresas saludables vinculadas a la actividad física. Con esto pretendemos llevar al mundo laboral, de manera más generalizada, la práctica deportiva y así mejorar ese formato que hay de deporte laboral. Para ello, debemos darle más rigor al trabajo de las federaciones y los coordinadores aragoneses, algo en lo que hemos avanzado mucho en los últimos años pero nos gustaría ofrecer un mayor apoyo a los proyectos de estas instituciones y ayudarles a desarrollarlos.

<b>—¿Sabe quién ocupará su silla en la dirección general de Deportes del Gobierno de Aragón?

</b>—No, aún no (sonríe). Si ya hay un candidato desconozco de quién se trata. Esa es una tarea de la Consejera de Educación, Cultura y Deporte del Ejecutivo aragonés.

<b>—Su vida siempre ha estado vinculada al deporte en muchos de sus ámbitos. Ahora es el número 2 del CSD. ¿Qué le falta por cumplir en el mundo del deporte?

</b>—Siempre quedan muchas cosas por hacer. No tengo mucho tiempo ahora porque pienso en el reto que tengo por delante de gestionar el deporte español junto a María José Rienda, y eso es lo prioritario.

<b>—Desde la perspectiva personal, ¿qué le gustaría cumplir?

</b>—Siempre he querido escribir una novela. Es una espinita que tengo clavada desde hace tiempo. Llevo varios borradores en la cabeza y demasiados intentos de lanzarme a escribirla, pero me cuesta porque eso requiere un tiempo del que no dispongo. También me gustaría viajar más con mi familia y recorrer el mundo.

<b>—Cuando llegue el momento de abandonar los despachos y la vida política, ¿seguirá vinculado al deporte?

</b>—Seguramente sí. Si aún me queda energía me gustaría volver a entrenar a niños y niñas en el balonmano. Eso hice hace muchos años y la sensación de iniciar hábitos deportivos en los más pequeños es muy gratificante.