El primer día del juicio contra el atleta sudafricano Oscar Pistorius por la muerte a tiros de su novia, la modelo Reeva Steenkamp, hace un año ha dejado en la mente de los asistentes una imagen impactante. Michelle Burger, vecina del velocista y primer testigo llamado por el fiscal a declarar en el proceso por asesinato que se celebra en el Tribunal Superior de Pretoria, ha afirmado que la noche de los hechos oyó "unos gritos aterradores".

"Justo después de las tres de la mañana me despertaron unos gritos que me helaron la sangre", ha detallado Burger, cuyo balcón está a 177 metros de la casa del acusado. Según la testigo, pudo sentir el "terror" y la "agonía" de la mujer. También escuchó a un hombre pidiendo ayuda y su marido, que pensó que se trataba de un asalto a una casa, llamó a los guardias de seguridad. A continuación, los gritos de mujer alcanzaron un "clímax", tras el que se escucharon cuatro disparos.

Pistorius mató a tiros a Steenkamp el 14 de febrero del 2013 porque, según él, la confundió con un intruso. La fiscalía, en cambio, cree que se trató de un asesinato premeditado, delito por el que puede ser condenado a cadena perpetua. El corredor, que en Londres 2012 se convirtió en el primer atleta con las dos piernas amputadas que participaba en unos Juegos Olímpicos, se ha declarado rotundamente "no culpable" tras escuchar de boca del fiscal Gerrie Nel los cargos que pesan sobre él.

El ministerio público tiene una lista de 107 testigos, por lo que se prevé un juicio largo. En el primer día, decenas de periodistas han llenado la sala que preside el juez Thokozile Masipa Burger. También han asistido a la vista allegados del acusado y de la víctima, entre ellos June Steenkamp, madre de la fallecida, y el tío y los hermanos de Pistorius. Las familias no se han saludado.