La Unión Ciclista Internacional (UCI) excluyó ayer al conjunto Kelme, decano del pelotón mundial con 25 años de historia, del grupo de los 30 equipos de la élite, la Primera División, categoría que da derecho a participar en las tres grandes (Tour, Vuelta y Giro), la Copa del Mundo y las principales rondas por etapas. La escuadra alicantina presentó el jueves unos avales, conformados por la Caja Rural y la Generalitat Valenciana, cuya cuantía ha resultado insuficiente para garantizar su concurso entre las formaciones de gran nivel.

Igual suerte corrió el Domina-Vacanze, de Mario Cipollini. Ambas formaciones descendieron ayer a Segunda División, categoría en la que todavía podrá militar el Kelme si regulariza sus avales antes del día 15. El peor trauma por el que pasará el Kelme, si finalmente arregla los papeles y sigue en el ciclismo profesional, es la ya segura imposibilidad de disputar el Tour. A la Vuelta siempre podrá acudir por invitación.

La UCI ha obrado con dureza porque conoce la irregular situación por la que ha atravesado el Kelme estos últimos años. Hasta la federación internacional han llegado diversas denuncias de ciclistas que se han pasado meses sin cobrar. El futuro del líder, Alejandro Valverde, queda ahora en el aire. El corredor murciano no parece dispuesto a correr en un equipo de Segunda. Además, conoce el interés del Liberty Seguros por ficharle, conjunto que por ahora se mantendrá a la espera.