El Segalar. Hace unos años. Unos cuantos ya. Alberto y un colega rodeados de indios de La Litera. Viajar a Binéfar, a Zuera, a donde fuera, con la bufanda azulgrana anudada en la garganta, por campos de Tercera, era una aventura. Solo ante el peligro. «Y encima al venir de la capital te esperaban con más ganas de ganarte», recuerda.

Este domingo. 20.45. Santiago Bernabéu. Alberto Ibor estará ahí. Ahora vive en Chamartín, cómo ha cambiado la vida. Salvo en una cosa. La bufanda anudada, esta vez menos apretada, porque habrá que tragar saliva para aguantar la emoción. «En diez años hemos pasado de jugar en Tercera a estar en prime time ante el mejor club del siglo XX. Es un hito, esas cosas que cuando las recuerdes dirás ‘yo estuve allí’», dice este oscense orgulloso.

El desplazamiento masivo de aficionados del Huesca a la mítica cancha del Real Madrid tiene pinta de fiesta. Las 1.500 entradas puestas a la venta por el club desaparecieron. Resulta complicado pillar unos billetes de AVE. Habrá quien vaya en autobús. En los doce que ha fletado la entidad a un precio de 60 euros la entrada (35 cuesta una butaca en el cuarto anfiteatro del Bernabéu), y en otros cuatro alquilados por las peñas: dos de Fenómenos Oscenses, otro de Yo soy del Huesca y uno más compartido por Pim Pom Fuera y 1506.

Salida a las 8.00 de la mañana y regreso planificado a las 3.00. Al día siguiente habrá que trabajar. «Si llega a ser en sábado quizá superamos los 6.000 que fuimos a La Romareda en el 2008», asegura Fernando Lobera, de Fenómenos Oscenses, la peña más mayoritaria. «Sé que hay gente que se ha ido hoy mismo y lleva meses planificándolo», añade.

Si se echan cuentas, pensando en la población de la provincia (unos 220.000), un 2% de todos los oscenses estarán en el campo. Para añadir más madera al fuego, se da la circunstancia que la peña madridista de Huesca también aprovechará para desplazarse con unos 50 hinchas que han tramitado sus entradas con el club blanco.

A Barcelona ya fueron 700. Un centenar menos gritaron «¡Huesca, Huesca!» en Mendizorroza, en Cornellá, casi igual que en Eibar, el Wanda o Valencia. En Segunda ya hubo viajes de aúpa. Se recuerdan los 1.300 incondicionales que estuvieron en el campo del Levante peleando la clasificación para el playoff de ascenso en el 2017 y los 700 que después estuvieron en Getafe en la primera ronda. O el millar que se desplazaron a Villarreal para salvar la categoría en el 2010 o, dos años antes, en otra histórica visita a Anoeta. Pero esta vez será diferente.

LA FIESTA

Algunos de ellos bien los recuerda Marcos Martínez, que ya tiene su entrada. «La peña la formamos tras un viaje a Pamplona. Nos trataron genial. Recuerdo ir a Miranda de Ebro y estar veinte o el año pasado en Cádiz donde solo había cuatro del Huesca y todos de Ayerbe. O en Getafe, donde entramos en un bar y no nos dejaron pagar nada. Aún tienen una bufanda del Huesca que les regalamos», insiste. El lunes trabaja, pero nadie le quitará el sueño de ver corear el nombre de su equipo en el Bernabéu.

Habrá muchos que vayan por su cuenta. Hay que planificar. Saber cuántos somos, quién lleva el coche y a compartir la gasolina. Bocata o comer por el centro. Hacer turismo o acompañar la espera con unas cañas. Sin pasarse. «Es un partido grande. Son los que no te quieres perder. Cuando eres de un equipo humilde hace ilusión ir a estos estadios, es como ir al circo. Impresionante», indica Enrique Polanco, de la peña de Jaca, que bajarán con varios coches y cuenta con socios de la Jacetania, pero también vascos y navarros.

Lo que es cita obligada es estar a las 19.00 en el hotel de concentración del equipo. Allí, en la calle Padre Damíán, número 40, habrá una quedada para animar a los jugadores de Francisco y juntarse para unir fuerzas. Todo entre un aire de deportividad y confraternización. «Allí por donde vamos la gente nos trata genial. Quieren que el Huesca se quede en Primera», aclara Marcos Martínez.

Además, hay que contar con los oscenses que viven en Madrid, que no serán pocos y estarán ubicados en otras zonas, con precios que llegan hasta los 265 euros en los palcos VIP. Óscar Escó, de Los Primos del Norte, bajará el sábado para aprovechar el fin de semana y visitar a otro miembro de la peña que reside en la capital. «Hemos conseguido unos abonos del Madrid. Iré con la camiseta azulgrana del Huesca, rodeado de tanto blanco. Igual salgo en ‘El día después’», explica este socio veterano.

La ilusión de ir ya es suficiente. ¿Ganar? Sería increíble. «La mejor publicidad para Huesca y su provincia. Nos verían en todo el mundo», afirma Alberto Ibor. «Es como David contra Goliath, pero siempre hay esperanzas. La alegría es que seamos tantos, que el sentimiento del Huesca haya crecido y se mantenga», afirma Óscar Escó. «Yo soy muy positivo y pienso que nos vamos a salir y vamos con idea de ganar, pasarlo bien y disfrutar de la ciudad. Nos llevaremos champán por si acaso», afirma Marcos, de Ayerbe.