Cerca de 200 trabajadores de la planta zaragozana de Opel asistieron ayer a la asamblea convocada por la Confederación General de Trabajadores en el Centro Cívico Delicias de la capital aragonesa. En el encuentro se ratificó la idea de convocar una concentración el próximo 20 de noviembre en la plaza España para protestar por los 618 despidos que se llevarán a cabo en Figueruelas, tras el anuncio de la reestructuración de General Motors Europe.

El portavoz del sindicato en el comité de la factoría de Figueruelas, Alfonso Tierra, opinó que la dirección de Opel informó en la última reunión de la rebaja de la producción "pero no concretó la forma". Según la postura oficial, el descenso en el volumen de coches diarios se llevará a cabo a partir de agosto de 2005, fecha en la que la producción se reducirá en 260 coches diarios.

Según Tierra, este ajuste de producción "podría absorberse de forma natural" en el marco del Plan Industrial firmado en junio. Pero, con el nuevo modelo de producción "se necesitará menos gente y parece ser que la dirección ha aprovechado los recortes en Europa para rescindir contratos aquí", indicó.

Una de las exigencias del comité es que los despidos no sean forzosos. En este sentido, la dirección se comprometió a que en los expedientes de regulación de empleo prime el criterio de la voluntariedad. Tierra confió en que "así sea" e informó de que "probablemente" ya se produzca una reunión en torno a un borrador la próxima semana". Después, se abrirá un periodo de consulta.

"AL FINAL, A LA CALLE" A la asamblea asistieron afectados como José Alberto Mata, trabajador de Opel Figueruelas, dispuesto a debatir su situación y la de sus compañeros. "Tenemos que saber qué es lo que se nos viene encima", dijo. "Somos muchos trabajadores con sus respectivas familias, que eso no se dice nunca", criticó. En su opinión, cualquier vía de reducción de puestos de trabajo es mala. "Las marchas voluntarias parecen bonitas, pero al final, te vas a la calle", lamentó.