Cantabria, Aragón y Castilla La Mancha apostaron ayer por consensuar una postura común entre las comunidades autónomas y el Gobierno de España para negociar la Política Agraria Común (PAC) y reclamaron a la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, que convoque una mesa sectorial.

Los consejeros del ramo, Jesús Oria (Cantabria), Joaquín Alona (Aragón), y Francisco Martínez Arroyo (Castilla La Mancha), escenificaron en Santander su sintonía sobre los objetivos principales que debe abordar la futura PAC europea.

Los tres exigieron que las ayudas de la PAC se dirijan a la agricultura familiar y la producción real para evitar el despoblamiento de las zonas rurales, que Olona calificó como el «cáncer» del mundo rural, y alertaron sobre la reducción del presupuesto que se contempla para ellas.

Oria señaló que esa reducción, según se plantea en los documentos iniciales de la Comisión Europea, puede alcanzar el 5%, aunque los consejeros de Aragón y Castilla La Mancha elevaron esa bajada hasta el 18%.

Ambos reclamaron, por ello, a las autoridades europeas y al Ministerio de Agricultura que clarifiquen esas cifras y demandaron que la nueva PAC contemple «al menos» la misma dotación presupuestaria para su aplicación que la que ha tenido en el periodo 2014-2020.

En una rueda de prensa, antes de reunirse, los tres subrayaron la necesidad de que el Gobierno de España consensúe su posición con las comunidades autónomas, que recordaron que tienen transferidas las competencias en esta materia de agricultura y desarrollo rural.

Por esta razón, el consejero castellanomanchego urgió a la ministra a que convoque una mesa sectorial con todas las comunidades para iniciar una negociación que, a su juicio, «ya llega tarde», para alcanzar una postura común, porque, según añadió, en otros países europeos ya se ha puesto en marcha.

El consejero Joaquín Olona, según informó el Gobierno autonómico en una nota de prensa, también se refirió a los derechos históricos y en la necesidad de cambiar ese «error político», que «no contribuye para nada a combatir la despoblación, al menos en Aragón».