Tras varios avisos en torno los riesgos que amenazan al mercado de la vivienda, el Banco de España descendió ayer al detalle al considerar que la concesión de créditos hipotecarios debe someterse a filtros aún más estrictos de solvencia. "La existencia de garantía hipotecaria no puede ser la base sobre la que se fundamente la decisión aprobatoria o denegatoria de un crédito", explicó, con meridiana claridad, Pedro Pablo Villasante, director general de supervisión del banco emisor.

Villasante retomó las advertencias generales de los últimos meses expresadas por el gobernador, Jaime Caruana, y expresó el temor de la autoridad financiera por los riesgos en la concesión masiva de créditos hipotecarios.

Igual de importante fue la advertencia a la gran banca, sobre todo respecto a entidades con filiales en el extranjero situadas en paraísos fiscales, incluso siendo gestionadas de forma transparente y ortodoxa.

En opinión del alto cargo, el consejo de un banco o de una caja debe implicarse y definir con claridad la política de riesgos hipotecarios. "Es importante no relajar los criterios de concesión" tanto respecto a la capacidad de retorno como a las garantías exigidas, explicó. Añadió que para que la garantía sea "una importante línea de defensa" que prevenga las dificultades, deben de aplicarse "criterios prudentes para la fijación del ratio importe del préstamo respecto al valor de tasación".

Hace pocos años, los bancos y las cajas sólo concedían un crédito por el 80% del valor de tasación del inmueble. Ahora, llegan al 100%. Y aunque el Banco de España no establece un porcentaje exacto, sí que considera que el precio debe ser proporcional al nivel de riesgo asumido en la operación. "Las entidades deben seguir una política de transparencia en el riesgo hipotecario, por ser de especial sensibilidad desde el punto de vista social", agregó.