La firma australiana Billabong ha aceptado la oferta de compra de la estadounidense Boardriders, propietaria de su principal competidor, Quiksilver, por 380 millones de dólares locales (unos 248 millones de euros). La operación supone una revolución en el mundo del surf y el monopatín, donde ambas compañías sostenían una reñida competencia. El acuerdo prevé que Boardriders ofrezca un dólar australiano por acción de Billabong, un 28% por encima de los 78 centavos que valía el 30 de noviembre, el día antes de la presentación de la oferta, según la cadena ABC.

De la oferta de compra quedan al margen el 19% de las acciones propiedad del fondo de inversión estadounidense Oaktree Capital Management. Billabong, marca de referencia de ropa y material deportivo de surf, registró el año pasado unas pérdidas de 77,1 millones de dólares locales (50,3 millones de euros), más del triple que en el ejercicio anterior. La dirección de Billabong espera que en abril se haya podido finalizar el acuerdo de venta para el que será necesario la aprobación de los accionistas.

Quicksilver nació como una firma australiana, pero realmente no cogió la ola de la popularidad hasta que Bob McKnight y Jeff Hakman compraron la licencia para poder vender en Estados Unidos y crearon una sociedad lejos de su origen en Newport Beach. En 1980 ya era la compañía con mayor proyección en una industria del surf que iba al alza. En 1986, su creador, McKnigt, sacó la compañía a bolsa. La grandes cadenas comerciales de Estados Unidos, pero también de otros lugares del mundo, llenaron sus estantes con la moda surf que proponía la compañía de origen australiano.

A finales de los 80 ya era la mayor compañía del sector con ventas superiores a los 100 millones de dólares (83 millones de euros). En el 2000, los ingresos alcanzaba ya los 2.000 millones de dólares mediante la venta de 100 millones de prendas al año por medio de sus tres marcas: Quiksilver, Roxy y DC.

La operación Billabong no es la primera que intenta Quicksilver. En el 2005 compró la firma de material de esquí Rossignol y se hizo con el control del 50% de Clevelan Golf, especializada en material para este deporte. No obstante, al cabo de los dos años, se vio obligada a desprenderse de las dos compañías con perdidas que superaron los 400 millones de dólares. La compañía se ha visto en un proceso de declive desde entonces. Presentó suspensión de pagos en el 2015, lo que le permitió al fondo de inversión Oaktree Capital Management reestructurar la compañía con una inversión de 175 millones de dólares.

También Billabong ha tenido que pasar por su propio proceso de insolvencia. La compañía perdía dinero y se vio involucrada en una batalla por el control accionarial que duró dos años. En el 2013 firmó un acuerdo con un grupo inversor formado por Centerbrige y Oaktree, con el objetivo de superar su deuda y revisar su estrategia empresarial. En el 2016, la compañía anunció que volvía a registrar beneficios por primera vez desde el 2011.