La plantilla de Correos ya no puede más. Al ajuste laboral que lleva sufriendo tres años, con 8.000 puestos de trabajo amortizados a nivel nacional y 150 en la provincia de Zaragoza, se une la "ofensiva" legal de varias multinacionales de logística y paquetería, a las que ha arrebatado un 14% de su negocio. Hace unos meses estas presentaron una denuncia ante la Unión Europea, que debería estar resuelta antes de fin de año, en la que exigen a la empresa pública que devuelva ayudas estatales desde 1998 por valor de 3.800 millones de euros, porque consideran que tiene una "posición dominante y de privilegio". Ante esta situación de "asedio", y con un convenio bloqueado desde hace seis meses, CCOO avisó ayer de que si el Gobierno continúa con su "dejadez", el próximo otoño los trabajadores emprenderán movilizaciones que se prolongarán durante el 2015, sin descartar encierros y huelgas.

La secretaria provincial de CCOO en Correos en Zaragoza, Susana Lamarca, reconoció que la plantilla no está sufriendo un ERE "pero sí un ajuste muy severo" y advirtió ayer de que, "a medio plazo, si el Gobierno continúa sin adoptar las medidas pertinentes, podría derivar en 20.000 despidos y dejar a más de 100.000 familias sin sustento y a cientos de miles de ciudadanos sin servicio público". En la provincia zaragozana, "supondría 140 carteros menos, 400 familias afectadas y las zonas rurales y poblaciones pequeñas perderían su servicio", añadió.

Además, en su opinión, las multinacionales de paquetería y los fondos "buitres" de inversión, "en una campaña orquestada y organizada, pretenden dar un pelotazo económico a costa de hundir Correos, dinamitar un servicio público postal de los mejor valorados por los ciudadanos y provocar la quiebra del operador público".

Lamarca explicó que Correos tiene un millar de trabajadores en la provincia de Zaragoza, de los que 298 son carteros y 170 realizan servicios rurales. Los carteros del medio rural recorren una media de 75 kilómetros diarios para entregar la correspondencia en 293 municipios.