La tecnología se postula como el elemento más fructífero en términos laborales para Aragón dentro de una década. Esta es una de las principales conclusiones que se extraen del estudio Prospectiva de Empleabilidad: Aragón 2025, que fue dado a conocer ayer por el catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza, Marcos Sanso Frago, durante la presentación del Informe anual del Consejo Económico y Social de Aragón (CESA).

El estudio revela algunas de las ocupaciones y cualificaciones que serán necesarias en la comunidad aragonesa dentro de diez años. Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), el comercio exterior y los idiomas son las claves de futuro en esta materia, según este informe. El análisis intenta adaptar la futura oferta de trabajo a la previsible demanda laboral, de acuerdo con las dinámicas previstas para la actividad productiva, económica y tecnológica en Aragón en el horizonte 2025, de forma que se minimice el riesgo de exclusión sociolaboral.

Sanso advirtió de que el ritmo de creación de empleo en los próximo años "no será rápido". "Todos los escenarios indican que el crecimiento que se puede prever en promedio no es muy elevado de aquí al 2025, pasar del 1% en promedio será difícil", apuntó el catedrático.

La presidenta del CESA, Natividad Blasco, indicó que "el objetivo último de los estudios de prospectiva es anticipar lo que se considera que debería ocurrir, para ayudar a orientar en el sentido adecuado las decisiones estratégicas en los próximos años".

TRES ESCENARIOS

Este informe comienza examinando las fuerzas de cambio que se piensa que pueden ser relevantes hasta el horizonte 2025, en los niveles global, europeo, español y aragonés, y valora su impacto, su nivel de incertidumbre y sus interacciones. Considerando las influencias y dependencias entre las fuerzas de cambio, se identifican tres escenarios clave, que podrían darse en el 2025. A su vez se indican distintos sectores y ocupaciones con buenas perspectivas para el empleo.

El escenario base supone una continuidad de la respuesta actual que da la economía aragonesa a retos como el envejecimiento de la población, la presión sobre los recursos naturales o la transición energética. Un segundo escenario exportador, que da respuesta a la necesidad tanto de la economía aragonesa como española de un mayor superávit exterior, estimulando los sectores más exportadores.

Y un tercer escenario, tecnológico, en el que priman el capital humano, la investigación y el conocimiento, dirigidos a resolver problemas como la encrucijada energética, la presión sobre los recursos naturales y el medio ambiente, o el envejecimiento de la población.