El Gobierno de Aragón dio ayer vía libre a la nuevo proyecto de ley de Fundaciones Bancarias, aprobado en Consejo extraordinario de Gobierno. Según la nueva normativa, el Ejecutivo tendrá una participación del 25% (anteriormente era del 40%) en los patronatos de las fundaciones surgidas de la transformación de las cajas de ahorro aragonesas.

El consejero de Hacienda, Javier Campoy, explicó que la ley tiene por objetivo armonizar la legislación autonómica a la estatal, aprobada en diciembre de 2013 y que supone la desaparición de las cajas de ahorro. De esta forma, la ley obliga a la transformación de Ibercaja en una fundación bancaria, mientras que Caja Inmaculada (CAI) es ya una fundación de carácter especial.

Estas fundaciones son herederas de la obra social que las cajas de ahorros venían realizando hasta ahora.