Mariano Enériz, director general de La Vajilla Enériz, cumplió el mandato de su hijo: le pidió un autógrafo a Pedro Duque y le preguntó si en el espacio también se comen bistecs. Enériz fue uno de la veintena de empresarios que ayer compartió mesa y mantel con el astronauta español. Un poco tímido con las palabras, quizá cansado de repetir sus experiencias, Duque aclaró la curiosidad empresarial.

Dijo que se alimentan de comidas de lata, que lo de la fecundación in vitro en el espacio, que tanto preocupaba a Juan José Sanz (Opel), va para largo, que no ha visto ningún ovni, en respuesta a las dudas de Carlos Campillo (Cárnicas Gallego) y que hay tecnología para ir a Marte pero no hay dinero, le aseguró a Antonio Gasión (IAF).

Pero entre sorbo y sorbo, Duque dejó caer una osada respuesta a Fernando Gil (CAI): "Es muy interesante la plataforma logística de aquí pero hace tres años estuve en Zaragoza y me dijeron que se iba a montar un aeropuerto magnífico y hoy está exactamente igual...". Y es que muchos han sido los expertos en logística, periodistas y gurús que estos días se han preguntado cómo semejante proyecto logístico (muy bien valorado) no cuenta con un aeropuerto que, por lo menos, tenga vuelos baratos a alguna parte de Europa. Aliaga y Escó callaron. El café se acababa.

Sólo hubo tiempo para que Jesús Morte (Parque Atracciones) hiciera de abogado del diablo y preguntará si no era mejor invertir en acabar con la pobreza que en el espacio y el astronauta lanzara dos puyas: "Todos los gobiernos cuando empiezan dicen que van a invertir mucho y luego..." y "con el doble de lo que se gasta el Estado en TVE-1 se prepara una misión espacial".