La comisión de expertos para la reforma fiscal propone que el tipo máximo del IRPF "sea inferior al 50%", icluyendo la parte autonómica. En la actualidad llega al 52%, pero en autonomías como Catalunya o Andalucía alcanza el 56%. El conjunto de analistas entiende que "la mejor medida para prevenir el fraude es la de la utilidad que quien lo practica obtiene". Por ello proponen unos gravámenes más bajos.

A su vez propugnan que el ahorro se grave en el IRPF con un tipo único en vez de los tres actuales. Este sería el mismo que el primer de tipo de la tarifa general, cuyos tramos proponen reducir de los seis tramos actuales a cuatro.

Además de unos mayores mínimos personales y familiares para las parejas con hijos menores de tres años cuando ambos padres trabajan fuera de casa, en su informe propugnan una reducción de exenciones y deducciones del impuesto.

Los expertos calculan que pasar bienes y servicios del tipo del reducido al general en el IVA así como las modificaciones en los tributos medioambientales daría en torno a un punto porcentual de PIB de recaudación adicional, unos 10.000 millones. Eso permitiría para una rebaja de la imposición sobre el capital equivalente a 0,3 puntos de PIB y de la tributación directa de las familias de 0,7 puntos.

También se estima que una bajada de tres puntos en las cotizaciones sociales reduciría la recaudación en las arcas de la Seguridad Social en un punto del PIB. Eso podría compensarse con otra subida de los impuestos sobre el consumo. Según los expertos esto añadiría siete décimas de crecimiento a la economía en tres años, así como más empleo y recaudación.

Los expertos defienden "rebajas sustanciales de tarifas de los impuestos directos y, en su caso, de las cotizaciones sociales", como estímulo general y no discriminatorio para una mayor eficiencia económica.

Informe de 444 páginas

En su análisis, de 444 páginas, se propone también "la eliminación en un plazo suficientemente largo" de la deducción por los préstamos para financiar la vivienda habitual. Los expertos también defienden una tributación que compatibilice la descentralización con la unidad de mercado.

A grandes rasgos, la reforma que propugnan "debe tener ser neutral ex ante en términos recaudatorios, pero afectando con intensidad a la estructura y composición de los impuestos". Con psoterioridad, además, debe tener "claros efectos positivos sobre la producción y el empleo y coadyuvar positivamente a la reducción del déficit público".