La fuerte granizada que cayó a última hora de la tarde del jueves en algunos puntos de la comarca del Bajo Cinca se llevó por delante cerca de 400 hectáreas de frutales en Ballobar. La intensa tormenta de viento y pedrisco también golpeó los campos de Belver y Osso de Cinca, donde muchos de los agricultores daban por perdida la campaña.

«Llevo aquí 40 años de agricultor y nunca había visto algo parecido; fueron poco más de cinco minutos pero el granizo, del tamaño de una pelota de golf, cayó con una fuerza tremenda», aseguró a este diario el fruticultor Alfredo Sanjuán, que cuenta con unas 50 hectáreas de paraguayo, nectarina y melocotón. «Toda la fruta ha quedado destrozada, no la vamos a poder aprovechar ni para zumo», lamentó.

Al menos, y según indicó Sanjuán, la práctica totalidad de los agricultores de la zona cuentan con seguro, aunque no confían en recuperar toda la inversión realizada. «Ya nos hemos puesto en contaco con Agroseguro para que perite cuanto antes», indicó el presidente de Asaja, Fernando Luna, que apuntó que la tormenta también provocó destrozos en parideras y almacenes.

«Ha sido un auténtico desastre», lamentó la alcaldesa de Ballobar, Esther Saló, que recordó que las afecciones llegarán a toda la economía. Tal y como apuntó Sanjuán, si se para la actividad, cientos de temporeros perderán su empleo, los transportistas también lo notarán e incluso los fabricantes de cajas. «Esto es una cadena», concluyó Sanjuán, que apuntó que el pedrisco también afectó a huertos de verdura.