La apuesta de Opel por los vehículos que funcionan con base GLP (Gases Licuados del Petróleo) está teniendo efectos positivos en la planta de Figueruelas, que desde hace un año ha integrado en su cadena de montaje la instalación de esta tecnología. Esto ha hecho posible garantizar hasta 60 empleos de la planta al internalizar un trabajo que antes se hacia fuera de las instalaciones. La producción de este tipo de vehículos, que reducen el gasto de combustible hasta un 40% y que también están dotados del habitual depósito de gasolina, cada vez es más relevante por su buena acogida en mercados como el alemán y el italiano. El 10% de los Merivas y Corsas que salen de la planta aragonesa cuentan con este sistema GLP, del que también habrá una gama en el Mokka.