Luis de Guindos se convertirá el 1 próximo de junio en el primer vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) en acceder a la institución monetaria directamente desde un ministerio de Economía. Una decisión muy criticada por varios grupos de la Eurocámara que ven en esta nominación un problema para la independencia del eurobanco. El ministro, que el lunes intentará convencer de nuevo a la comisión de asuntos económicos del Parlamento Europeo de que es la persona idónea para el puesto, se defiende e insiste en que no es político sino economista.

«Soy un economista que ha trabajado en política. La mayoría de mi vida he estado siempre relacionado con cuestiones económicas. Después he sido ministro de Economía. Han sido años apasionantes pero mi formación es principalmente económica», se justificó durante la que fue su última rueda de prensa en el Ecofin, que le confirmó formalmente como candidato a la vicepresidencia del BCE tras la nominación el lunes por el Eurogrupo, que se vio facilitada por la renuncia de Irlanda a presentar candidato.

Aunque lleva años vinculado a sucesivos gobiernos del PP, Guindos recordó que nunca se ha presentado a ninguna lista electoral y que hasta ahora era considerado el tecnócrata del gobierno. «Hay veces en las que se me considera un tecnócrata y otras un político, depende del cristal con el que se miren las cosas. Soy un economista que ha trabajado en política», zanjó, recordando que fueron los políticos quienes otorgaron la independencia a los bancos centrales. «Si la independencia de los bancos centrales solo la hubieran defendido los banqueros centrales seguramente no serían independientes».

El aterrizaje en Frankfurt de Guindos se producirá en un momento clave para el BCE, con el debate sobre la continuidad de la política de estímulos en marcha. Una cuestión sobre la que ayer eludió pronunciarse abiertamente aunque sí dejó algunas ideas. Consideró que la retirada de estímulos y «la normalización debe ir acompasada con la recuperación económica» y que este tipo de salvavidas deben ser solo para tiempos extraordinarios.

Respecto a su relevo en el Gobierno, ayer Rajoy se limitó a contestar en el Congreso que no tiene previsto nombrar al nuevo ministro en la reunión del Consejo prevista para el viernes.