La empresa aragonesa Imaginarium, dedicada a la distribución de juguetes, consiguió salir de los números rojos en el ejercicio 2017 tras alcanzar un beneficio de 11,8 millones de euros frente a los 18,8 millones de pérdidas del año anterior, según comunicó la compañía al Mercado Alternativo Bursátil (MAB).

La mejora de la situación ha venido dada por el acuerdo alcanzado en la refinanciación de la deuda, que contempla una quita. Esta operación ha aportado ingresos extraordinarios financieros por 24,8 millones. Sin embargo, el resultado bruto de explotación (ebitda) fue negativo en 4,7 millones frente a los 813.000 euros positivos del 2016.

La cifra de negocio de Imaginarium cayó el 40,9%, hasta sumar 49,8 millones de euros como consecuencia de la reducción del número de tiendas durante el pasado ejercicio. Este descenso de establecimientos se debe a los planes de la empresa de cerrar unidades de negocio con baja rentabilidad, tanto en España como en mercados internacionales, principalmente Italia y Hong Kong. Solo en el 2017 la compañía cerró un total de 85 tiendas, por lo que en estos momentos suma 260 en todo el mundo. Según Imaginarium, mercados relevantes como Portugal y España no se están recuperando de acuerdo con lo previsto y Rusia tampoco evoluciona como se esperaba.

Durante el año pasado, el plan de eficiencia y de optimización de costes operativos permitió acumular a cierre del ejercicio una reducción de costes operativos de 15,1 millones (un 33% menos), de los cuales el 78% corresponden a la optimización del número de tiendas y el 22% restante, a mejoras estructurales. Por último, la deuda financiera neta tras la ejecución de la reestructuración asciende a 11,73 millones, lo que supone una disminución en 20,30 millones.

NUEVA ETAPA / Imaginarium inició un nuevo rumbo en noviembre del pasado año tras la celebración de una junta extraordinaria de accionistas en la que se aprobó la reestructuración de la compañía, acordada con un pool bancario, y la entrada de nuevos inversores. Esto propició la salida del consejo del fundador de la compañía, Félix Tena, entre otros y la ampliación de capital por algo más de cuatro millones de duros. La juguetera, liderada ahora por el fundador y directivos de la cadena mexicana KidZania, inició a mediados del 2017 un largo proceso de negociaciones para evitar su disolución, algo que finalmente se consiguió.